"'No se negocia con terroristas' es una frase para la tribuna"
"'No se negocia con terroristas' es una frase para la tribuna"
Rocío La Rosa Vásquez

Horas después de arribar a Lima, tras ser elegido miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el jurista Francisco Eguiguren Praeli conversó con este Diario en torno al próximo fallo de la Corte de San José sobre el Caso Chavín de Huántar y su interés en plantear una reforma para “limpiar un poco la casa”. Se integrará a la CIDH el 1 de enero.

— Usted ha dicho que no se cae el mundo si un Estado pierde un caso de derechos humanos. ¿Debemos estar preparados entonces para un fallo adverso de la Corte de San José sobre Chavín de Huántar?
Es un caso delicado. Soy una persona cauta, a veces me dicen que poco optimista. Lo que pasa es que yo hago análisis jurídicos y trato de ser objetivo. El Estado en los últimos años ha hecho una activa defensa ante la corte. Pero aquí el problema más serio que tenemos es que han pasado 18 años de los sucesos [la operación de rescate de rehenes de manos del MRTA] y la justicia interna no ha concluido el proceso [sobre las supuestas ejecuciones extrajudiciales de los terroristas]. La última sentencia de la Corte Suprema absolvió a Vladimiro Montesinos. Se tiene que dar con los autores.

— ¿Esa demora es un elemento en contra del Estado [en el proceso por este caso]?
Que en 18 años usted no tenga un caso cerrado es un problema de plazo razonable. Ese tema me preocupa.

— El fallo de la corte podría anular el juicio en el fuero militar donde se absolvió a los comandos, y ellos podrían volver a ser procesados...
Hay un proceso judicial abierto. Estoy seguro de que la decisión de la corte será muy estudiada.

— Usted también ha dicho que no es el fin que la  CIDH admita la denuncia de 63 terroristas, entre ellos Maritza Garrido Lecca. Estos consideran que no tuvieron un debido proceso.
La comisión tramita peticiones y notifica a un Estado para que responda. Eso no quiere decir que está prejuzgando o condenando. El tema molesta porque ya hubo un nuevo juicio a estas personas, y en democracia.

— El titular de Justicia, Gustavo Adrianzén, dijo que la CIDH no debió admitir la denuncia y anunció una nota de protesta.
La comisión solo rechaza admitir algo cuando adolece de vicios formales y no por temas de fondo. Voy a plantear una mayor calificación de las denuncias...

— ¿Para que no sea como una mesa de partes?
Un problema es que hay demasiados casos y pocos recursos económicos. Vamos a ver qué piensan los otros comisionados. Se ha elegido a cuatro de siete, es una nueva mayoría. Hay que limpiar un poco la casa. Se puede revisar la calificación de las denuncias que llegan. A fin de año se archivarán procesos inactivos o no urgentes. Hay que contribuir a mejorar la comisión, no a debilitarla.

— De 30 sentencias en la corte, el Perú solo ganó una y por un tema administrativo. ¿Por qué perdemos los casos?
Hasta hace poco el Perú era el país de América con la mayor cantidad de denuncias: unas 300. Ahora Colombia es el país con más quejas, seguido por el nuestro. En el Perú, ya sea por terrorismo u otros sucesos, se han producido en el pasado violaciones de los derechos humanos y nadie lo puede negar. De esos 300, la comisión escoge qué casos tienen mayor posibilidad de ganar en la corte. Por eso lo importante es trabajar en la fase previa, en la de soluciones amistosas. Esa es la clave.

--¿La hemos descuidado [nuestra defensa en la corte]?
Muchas veces. En el gobierno de Fujimori nos retiramos de la corte y se abandonaron los casos. Ante violaciones de los derechos humanos, es más sensato reconocerlas. Para qué pelear sin argumentos sólidos.

— Por el lado de la corte, las reparaciones a terroristas en sus sentencias generan mucho rechazo en la población.
Creo que la corte puede aprovechar la sentencia de Chavín de Huántar para sentar lineamientos. Espero que no entre al tema de las reparaciones porque se trata de personas que secuestraron de manera violenta y con uso de armas. Estaban violando derechos humanos. Es algo que la corte tiene que considerar.

“Tengo un sentimiento de izquierda, ¿eso es un pecado?”

¿Hay comisionados que actúan en base a ideologías de izquierda?
Sus miembros son elegidos por los estados. ¿Van a elegir a sus verdugos? Lo que pasa es que tienen un compromiso con los derechos humanos. No se puede generalizar. Ha habido decisiones cuestionables, pero otras muy buenas.

Se cuestionó la elección de Patricio Pazmiño como juez de la corte, por ser cercano al presidente Rafael Correa, un duro crítico de la CIDH.
Sin duda lo eligieron en base a algunas consideraciones. Hay estados más sensibles a lo que dice su sociedad civil y otros no. Prefiero no opinar.

¿Se arrepiente de haber dicho que el Estado iba a evaluar la propuesta de tregua militar que planteó ‘Artemio’?
Al decir ‘evaluar’ quise decir ‘voy a informarme para saber de qué se trata’. Yo no digo lo que la gente quiere escuchar. Eso de ‘no se negocia con terroristas’ es una respuesta para la tribuna. Creo en el ordenamiento constitucional. Soy progresista, comprometido con causas sociales, y tengo un sentimiento de izquierda. ¿Eso es un pecado?

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