En la mesa están todas las opciones: un proceso de vacancia, una eventual suspensión del cargo, un adelanto de elecciones. Sin embargo, y sin decirlo directamente, el congresista Roberto Chiabra admite que ninguna tiene el camino fácil.
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—Usted fue uno de los primeros en decir: “Nos vamos todos”. ¿Qué ha cambiado de esa postura?
Hay que respetar lo que dice la Constitución. Si es una crisis que tenemos que solucionar de raíz, nos vamos todos y empezamos de nuevo, pero hagámoslo de la forma democrática, cumpliendo la Constitución. La vicepresidenta Dina Boluarte, entre setiembre y octubre, debe tener la acusación constitucional y sale. Y el presidente Castillo debe ser vacado por permanente incapacidad moral. Ahí viene la parte constitucional: la presidencia del Congreso asumiría temporalmente el Gobierno, y lo primero que tiene que suceder es que esta Mesa Directiva debe renunciar y nombrarse una nueva. Y recién ahí determinar qué es lo que más le conviene al país. Legalmente, sería una elección solamente de presidente y vicepresidentes, pero socialmente esto hay que cortarlo de raíz, y si eso requiere que nos vayamos todos y empecemos de nuevo, debemos tomar esa decisión.
—¿Apoyaría los proyectos de ley de Digna Calle o Susel Paredes sobre un adelanto de elecciones? ¿No es esa una salida realista, a estas alturas?
No, porque esa no es la manera. El presidente tiene que tener una culpa, una sanción. Si usted adelanta elecciones, el presidente dirá que salió porque el Congreso lo sacó, y no por su incompetencia y las señales de corrupción; esa es la diferencia. El presidente Castillo debe tener una sanción moral, y un adelanto de elecciones no lo es. El presidente en este momento está en una campaña de victimización que ya cansa. Él es el principal responsable de la situación que estamos pasando en el Perú. Entonces, adelantar las elecciones es decirle al presidente que, efectivamente, es una víctima, que no lo dejaron gobernar porque era un profesor rural, campesino.
—Edward Málaga ha anunciado un tercer proceso de vacancia. ¿A eso sí se sumaría usted?
Se cometería un error si primero no se logra tener los 87 votos. Motivos hay de sobra, y no solamente lo conocemos los congresistas, sino todos los peruanos. La pregunta es si, con todo lo que ahora se conoce, ya están cambiando de opinión aquellos que han votado antes en contra de la vacancia. No puede usted presentar una tercera moción de vacancia y otra vez no obtener los 87 votos.
—Si un adelanto de elecciones no es la vía, y si tampoco está seguro de que vaya a prosperar una vacancia, ¿qué cree entonces que deba suceder?
Lo que no nos puede fallar a los peruanos es la justicia. Si bien la Fiscalía de la Nación no va a poder acusar al presidente, sí va a llegar un momento en que va a arribar a conclusiones preliminares; cuando se conozcan, yo espero que los congresistas cambien de opinión y se den cuenta de que no se puede seguir manteniendo a una persona que tiene muchos problemas de orden moral, porque la corrupción está muy cerca de él.
—Algunos de quienes se oponen a una vacancia sostienen que no hay una prueba directa contra el presidente. Hay más colaboraciones eficaces, pero las denuncias chocan al palo.
Su justificación es esa: no hay nada directo contra el presidente. Pero los colaboradores eficaces y las personas que están involucradas en el proceso no son ajenas, ¡es la familia de su señora, son las mismas personas que viven en su casa! Y además es el secretario general que él quiso poner, y son los ministros de Vivienda y de Transportes que él puso. ¿Qué más se quiere esperar?
—¿Hay también cálculo? Para muchos, la salida de Antauro Humala de la prisión es un motivo para no adelantar elecciones, sabiendo que él puede y quiere postular.
El temor que tiene la gente es a la primera reacción que Humala tuvo cuando salió, que creo que fue un grave error. “Me siento orgulloso de lo que hemos hecho”. ¿De qué se siente orgulloso? ¿De que hayan sido asesinados cuatro policías? Los peruanos debemos también estar cansados de la violencia, no hemos aprendido nada. Hemos sufrido 20 años de violencia y todo lo hemos perdido tan fácil. Ese mensaje de violencia no le hace nada bien al Perú. No se puede condenar al país a la pobreza moral teniendo un presidente en ejercicio sin que le pase nada, y no podemos condenar al Perú a un nuevo momento de violencia.
—Cambiando de tema, luego de la operación Patriota en el Vraem, ¿no siente que la reacción del Gobierno ha sido un poco fría?
Hay ingratitud, indiferencia. No hubo ni una palabra ni un gesto o un mensaje del presidente, algo que lo represente como jefe supremo de la Fuerzas Armadas. Los militares están acostumbrados a que no se les dé reconocimiento, pero este era un momento para hacerlo. Yo he estado en semana de representación y me he ido a ver a mis dos heridos, dos soldados de Satipo, 20 años. El presidente debió por lo menos tener el gesto de ir a visitarlos al hospital, pero no le nace.
—En el nuevo partido que usted ha anunciado que formará, ¿están incluidos militares en retiro?
Los del Ejército vivimos en todo el país y había una intención de formar una agrupación teniendo como núcleo duro a militares en retiro de las tres Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, pero incluye también médicos, abogados, se ha ampliado. Yo soy un referente, hay un equipo que está haciendo el planeamiento, la conducción.
—¿Van a postular en las próximas elecciones? Probablemente compitan contra Antauro Humala, otro militar en retiro.
Debemos estar listos. No es simple, pero la idea es no cometer el mismo error de presentarnos por grupitos.