María Elena Foronda
María Elena Foronda
Delsy Loyola Jorge

La contratación de la condenada por terrorismo Nancy Madrid Bonilla, quien perteneció al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), en el despacho parlamentario de la congresista del Frente Amplio María Elena Foronda generó controversia en el escenario político.

Si bien el presidente del Congreso, Luis Galarreta (Fuerza Popular),  criticó la situación, el portavoz titular del Frente Amplio, Wilbert Rozas defendió el hecho y señaló que Madrid ha “cumplido con la pena que ha tenido” e indicó que ni la Constitución ni la ley le impedían trabajar en el Parlamento.

Por su parte, Alberto Quintanilla, portavoz de Nuevo Perú, la otra bancada izquierdista del Congreso, intentó marcar distancia del Frente Amplio y calificó de “error político” la contratación.

Para el analista político Luis Benavente, este acontecimiento puede significar una “oportunidad” para sectores de la izquierda como Nuevo Perú de deslindarse, tomar un mayor peso y, por ende, ganar “una mayor representación”.

“Esa izquierda democrática está mucho más integrada al sistema político y su aporte es favorable. La otra izquierda queda evidenciada, desenmascarada, como una izquierda autoritaria sin prácticas democráticas, que auspicia al terrorismo”, comentó a El Comercio.

Por su parte, el analista Carlos Tapia señaló que la contratación de Nancy Madrid sí afectará a todos los grupos de izquierda y sostuvo que “políticamente es un grave error”.

“El costo político no solamente es para el Frente Amplio, sino también para el conjunto de la izquierda [...] Verónika Mendoza seguro va a manifestar que no está de acuerdo con esto. Y si calla, también afecta a su precandidatura”, expresó.

Tapia indicó que “no basta decir que en el partido cada uno tiene su posición”, sino que la agrupación debe pronunciarse de manera consensuada. 

“En estos casos, en la lucha contra el terrorismo, narcotráfico y todo lo que sea corrupción, la izquierda tiene que estar con todas las fuerzas democráticas. No decir que porque soy izquierda tengo la autonomía para decir lo que me dé la gana. Son luchas nacionales”, enfatizó.

Finalmente, el analista político y ex ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, afirmó que el costo político que trae consigo esta situación va a ser “alto” principalmente para el Frente Amplio, pero también para toda la izquierda.

“También le cae a Nuevo Perú, aunque especialmente al Frente Amplio, pero en general a toda la izquierda también”.

Además, Rospigliosi consideró que esta vinculación con el terrorismo puede afectar a la lideresa de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, porque “sus adversarios políticos están interesados en mezclarlos a todos en un mismo saco”.

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