Alejandra
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Fernando Vivas

no quiere hablar de alas o facciones en (FP), pero sí de autocrítica y de cambiar el estilo reactivo y de preparar una agenda legislativa antes de que el presidente Martín Vizcarra los vuelva a emplazar.

Hay resistencia a asumir que hay una nueva correlación de fuerzas.
Es evidente, es contrastable. Hay una redistribución forzada del poder en el Congreso, aun cuando ha habido un fallo del Tribunal Constitucional (TC) que vino con truco, porque fue una interpretación con menos votos de los que se requería.

Ahí está la resistencia. Le llama redistribución forzada, pero ya no hay mayoría absoluta.
En buena hora, ¿no? Que pueda haber una autocrítica en el extremo que nos corresponde no quiere decir que las cosas se callen. Por eso, a veces no sintonizamos.

La sintonía a veces falta dentro de la bancada.
Sin querer justificar a los demás, quizá no tienen el espacio para [la autocrítica]. Nos falta hacer ejercicios de exteriorización, pero hay consenso en el sentido de autocriticar, cambiar, migrar y reivindicar a FP. La agenda de la bancada pasa por ese tema.

¿Qué autocriticaría y qué reivindicaría?
Cuando Keiko es detenida, se suspende el estatuto y se llama a un comité de transición. Ese es un error, porque en ese momento el partido tenía que poner a prueba su fortaleza institucional.

Osea, afirmar su liderazgo pese a estar presa.
Sí. ¿Ahora, qué reivindicaría? Si hacemos porcentajes, somos de las bancadas que menos hemos perdido. Mira qué pasó con PpK. Esta bancada ha sido buena más allá de Yesenia Ponce y otros casos.

Tantos que no alcanzan los dedos de las manos.
No quiero denostar a otros colegas. Ha sido una buena bancada, porque han sido leales, se han mantenido en sus trece pese a una campaña social, mediática, activista, muchas veces infame. Han puesto el pecho.

Poner el pecho para censurar, para reclamar, más que para su Plan Perú. De ahí el mote del obstruccionismo.
Se privilegió equivocadamente el tema del control político con interminables preguntas que satisfacían de algún modo las necesidades de la población. Queríamos decirles: “Esta gente que ha ganado no tiene idea de lo que hay que hacer”. Pero es relativo decir que solo hemos sido críticos. Mis mejores años son los primeros dos, vi la ley de salud hospitalaria, pero eso no va a ocupar un espacio en el diario o en la TV porque no vende.

Es su reto. Pero no enarbolaron el concepto del Plan Perú, de una agenda legislativa con prioridades.
No ha habido una agenda legislativa partidaria. Ha habido iniciativas aisladas sin apoyo partidario. [...] Ahora, parte del control político es que Kuczynski hoy no esté. Pero cuando alguien va a la horca, el victimario no goza de respaldo popular.

Retrospectivamente, ¿no se arrepiente de la censura a Saavedra? A pesar de la agenda virtuosa de facultades delegadas, ley de reconstrucción, etc., eso los marcó.
La conoces de memoria, la letanía [sonríe]. No sé por qué hacen cuestión de Estado con el Sr. Saavedra, que me parece sobrevalorado. Hay un antes y un después de Saavedra, en buena hora, porque se pudieron repensar varias cosas.

‘Sobrecensurado’, en todo caso. ¿No siente que cansa ver a la bancada detrás del vocero haciendo reclamos o mociones para censurar?
Lo que pasa es que no hemos tenido tiempo para detenernos y plantear la jugada nosotros. Hemos sido absolutamente reactivos y había que tener un diseño. Ya viene marzo y el presidente Vizcarra nos va a presentar a sus honorables y connotados, ¿y qué va a decir el Congreso ante la tarea que nos piensan imponer?, ¿‘chí, cheñó’? Diez veces se lo he planteado al presidente Salaverry y se lo he planteado a mi bancada. ¿Queremos eso?

Reactivo puede ser vengativo.
La estigmatización es parte de los pasivos que tienes que asumir si estás en FP. Yo te caería mejor si fuese de AP, o de los liberales que juegan para el oficialismo. 

¿Se siente parte de un ala en Fuerza Popular?
¿Cuáles son?

Ayúdeme a identificarlas, se habla de los provincianos.
Soy ‘arequipuneña’ y no siento eso de provincianos. Hay que leer las encuestas y orientarse. No es fácil venir de un respaldo tan grande para después ser objeto de crítica. Estuve ayer con Keiko y espero no ser infidente.

Séalo, por favor, o pongamos otro adjetivo.
Le dije a Keiko, a raíz de algunos colegas que van a cualquier lugar, que hay los que quieren salir en la cámara Polaroid, estar en la foto, no importa de qué calidad. En cambio, yo quiero estar en la foto de estudio al lado de ella, acompañándola.

¿Keiko está escuchándolos?
Claro, tiene una gran voluntad de escuchar. No tengo duda de que el dolor que ella siente, porque puedo dar fe de ello, la hace consciente de las responsabilidades omitidas y las que están por venir.

Con Salaverry hay tal enfrentamiento que se dificulta acordar.
Ha tomado decisiones que solo en el tiempo se verá qué tan positivas o negativas fueron. Ha entendido que hay que trabajar para el país y eso lo saludo. Lo que no entiendo es por qué esos objetivos que pueden ser comunes lo distancian de las reglas.

Me dijo algo interesante, que no debió haber comité de transición.
Claro, que funcione tu aparato. Si estoy detenida, que funcione mi organización.

Pero se fue el secretario general, detuvieron a los asesores.
La partida de Pepe Chlimper le pasó una dura factura al partido.

¿No debió irse?
En derecho hay la figura de la inexigibilidad de una conducta: no exigirle a otros lo que yo haría.

No votó por la paridad en la JNJ.
¿Meritocracia o paridad, qué pesa más? Creo que puede ir como principio, acciones afirmativas procurando que la convocatoria a la JNJ se masifique en espacios donde hay mujeres abogadas, dirigentes. Por ejemplo, admiro a Elvia Barrios. Dicen que es antifujimorista. Si así son los antifujimoristas, en buena hora.

No votó en el caso de López Vilela.
Salí y llegué tarde. Hubiera votado por ponderar mejor esa sanción. Si bien necesita el peruano señas claras de que hay cero tolerancia al agravio a la mujer, no es lo mismo A y B.

O sea, López Vilela y Mamani.
No he dicho eso, he dicho A y B. Lo que puedo decir es que conversé con Paloma Noceda y le dije si le parecía mucho la sanción y me dijo que sí. Qué grande hubiera quedado Paloma si ella decía: “Yo creo que 60 días y que se lo amoneste”.

La Comisión de Constitución es un problema. Puede bloquear temas dando la impresión de obstruir.
Lo que veo es una comisión sobrecargada. Tiene que ordenarse, el tema del reglamento pendiente del TC debía tener prioridad y se omitió. Rosa Bartra tiene que ordenar la comisión, porque es neurálgica y vienen temas sensibles. Yo soy accesitaria y me gustaría ser más activa.

Y aliviar la neuralgia.
[Ríe] Hay mucha solvencia al criticarnos, pero inacción en la práctica.

Si hubiera un próximo anuncio de Fuerza Popular que no sea censura ni reclamo, ¿qué quisiera que fuera?
Formalización. Y yo trabajaría por el fortalecimiento de los gobiernos intermedios.

¿Luego del 2021 se ve en Fuerza Popular?
Sí, espero seguir haciendo política. Me gustaría participar en la refundación de Fuerza Popular al lado de Keiko