Alejandro Toledo cumple prisión en San Francisco desde el pasado 16 de julio, mientras se resuelve el pedido para su extradición al Perú. (Foto: GEC)
Alejandro Toledo cumple prisión en San Francisco desde el pasado 16 de julio, mientras se resuelve el pedido para su extradición al Perú. (Foto: GEC)
Liliana Michelena

El expresidente argumentará de nuevo su pedido de libertad bajo fianza, luego de que el juez Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, concediera una nueva fecha para tomar una decisión al respecto.

Durante una audiencia efectuada este miércoles en San Francisco, el juez también postergó su decisión respecto al supuesto estado de insolvencia de Toledo, quien solicitó ser representado por un defensor de oficio tras la renuncia de su abogado anterior, Joseph Russoniello.

Apenas seis minutos le tomó a Hixson darse cuenta de que la nueva información era demasiada para leer, analizar y resolver durante una sola audiencia.

En su exposición, la fiscal federal Elise LaPunzina argumentó que el expresidente había podido pagar abogados privados en el Perú y Estados Unidos hasta el momento, y que tenía suficientes fondos como para pagar US$6.400 de alquiler, presumiblemente de la casa de Menlo Park donde todavía reside su esposa Eliane Karp.

Por su parte, Graham Archer, abogado de oficio, presentó ante el juez un folio con nueva información sobre los estados financieros de Toledo. Además, Archer pidió una nueva fecha para argumentar la solicitud de Toledo de pasar el proceso de extradición en libertad. Hixson anunció que analizaría ambos pedidos –derecho a un abogado público y libertad provisional– el próximo jueves 22 de agosto.

La justicia peruana investiga al exmandatario por presuntamente haber recibido US$35 millones de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de favorecerla en la licitación de la carretera Interoceánica sur.

La ex primera dama, también solicitada por la justicia peruana por el Caso Ecoteva, acudió a la diligencia flanqueada por dos personas no identificadas. A diferencia de la audiencia anterior, esta vez Karp supo mantener la calma, ayudada por la menor concurrencia de peruanos a la cita en la corte.