Keiko Fujimori
Keiko Fujimori
Redacción EC

La expectativa por la decisión judicial sobre la prisión preventiva para Keiko Fujimori no solo se concentró ayer en la sala donde se desarrollaba la audiencia judicial.

Fuera de la nueva sede de la Sala Penal Nacional, en el Centro de Lima, decenas de personas esperaron que el juez Richard Concepción Carhuancho culminara la lectura de su resolución referida a la lideresa de Fuerza Popular.

Por un lado había simpatizantes del fujimorismo y de la ex candidata presidencial; por el otro, personas con carteles en los que expresaban su respaldo al magistrado Concepción y al fiscal José Domingo Pérez.
Además, en otros puntos de la capital, ciudadanos seguían –ya sea a través de televisores, radios o por Internet– la audiencia de la prisión preventiva.

Luego de ocho horas de leer su resolución, Concepción determinó que Keiko Fujimori fuera encarcelada.

La lideresa de Fuerza Popular escuchó en silencio la decisión del magistrado. En todo momento concentró su mirada en el juez. Solo por un breve instante miró al suelo, justo cuando el magistrado mencionó los 36 meses de prisión preventiva.

Dos minutos después de que se ordenara su detención, Keiko Fujimori se paró y abrazó y besó a su esposo Mark Villanella. Luego, un grupo de policías la escoltó fuera de la sala para trasladarla a la carceleta del Poder Judicial.

La decisión sobre Keiko Fujimori generó reacciones a favor y en contra. En los exteriores de la Sala Penal Nacional incluso hubo un enfrentamiento entre las personas que se encontraban en el lugar.

El incidente se disipó rápidamente debido a la intervención de los policías que resguardaban el lugar.