Según Duberlí Rodríguez, la Sala Plena de la Corte Suprema acordó solicitar la renuncia a César Hinostroza. (Foto: Víctor Gonzales / Archivo El Comercio)
Según Duberlí Rodríguez, la Sala Plena de la Corte Suprema acordó solicitar la renuncia a César Hinostroza. (Foto: Víctor Gonzales / Archivo El Comercio)
Diego Chirinos

Duberlí Rodríguez nos recibió antes de que se hiciera público un audio en el cual su ahora ex asesor Luis Díaz tomó su nombre para que el cuestionado juez Walter Ríos asistiera a una reunión en la que el titular del iba a estar. Luego de darse a conocer esa grabación, el líder de la Corte Suprema ensaya algunas explicaciones y reconoce estar "a la defensiva" frente a nuevos audios que puedan difundirse.

—¿Cómo explica una crisis del sistema de justicia a menos de dos décadas de la de los años 90?
Admito que bajamos la guardia en la lucha contra la corrupción. No hemos sido capaces de estructurar mecanismos para detectar indicios de corrupción. Ahora estamos pagando las consecuencias de una manera bastante cara.

—¿Se bajó la guardia intencionalmente?
No creo. En todo caso son negligencias, porque a veces no solamente se peca por acción, sino por omisión. Tenemos que poner ejes en la lucha contra la corrupción. Estos pasan por la prevención, pero fundamentalmente por detectar factores de riesgo. Por ejemplo, la corte del Callao está en una zona donde la delincuencia está muy enraizada. Hay crimen organizado, narcotráfico. Es un área muy apetecible para la delincuencia.

—¿Cree que la corte del Callao debió intervenirse antes?
Es que si nosotros hubiéramos tenido la información que tenemos ahora, obviamente se hubiera intervenido. Lamentablemente, no llegamos a tener información que comprometiera el normal funcionamiento de la corte del Callao.

—Pero, ¿la buscaron? Porque todos los factores de riesgo a los cuales alude existen desde hace mucho tiempo.
Le digo con criterio autocrítico que no la hemos buscado, por eso estoy admitiendo negligencias de parte nuestra; particularmente en las labores de control y de fiscalización. Eso lo tengo que admitir para que no se repita. Los órganos de control deberían estar haciendo una labor de vigilancia y, si se pudiera, labores de inteligencia. Porque de manera superficial uno no percibe lo que está pasando al interior.

—El juez Walter Ríos anunció ayer su renuncia a la corte del Callao. ¿Por qué hasta el momento el juez supremo César Hinostroza Pariachi, protagonista de los audios, no hace lo mismo?
Es una decisión personal, pero hoy día [ayer] hemos acordado exigirle la renuncia al señor César Hinostroza como juez supremo titular. Dependerá de él si toma esta actitud o no. Y, por lo demás, hemos acordado requerir al Consejo Nacional de la Magistratura () que tome medidas cautelares.

—¿Para solicitar la renuncia se necesitaba un acuerdo? Usted también pudo pedírsela.
Es que no existe ninguna norma que diga quién lo puede hacer. Hoy día [ayer] hemos considerado pertinente solicitarle y exigirle su renuncia. Es mucho mejor que sea una propuesta colegiada.

—¿Qué cambió para que esa idea surgiera hoy [ayer] y no en días anteriores, en los cuales también se reunió la Sala Plena?
Esperábamos una respuesta más rápida del Congreso o del CNM, porque es lo que corresponde procesalmente. Al no verla, tomamos la decisión. Es un acuerdo de carácter formal porque el juez puede aceptarlo como no aceptarlo.

—Bueno, en comunicación con El Comercio, en tono burlesco, el propio Hinostroza dijo que “por este mes” no saldrá del país.
Habrá sido una respuesta un poco fuera de contexto, porque los jueces del Perú y los ciudadanos tenemos que respetar la ley. Si ya hay una resolución judicial de impedimento de salida, se tiene que supeditar a ella.

—¿Cuál fue el criterio adoptado para otorgarle vacaciones al magistrado?
Podría parecer desacertado, pero tenemos que atenernos a las disposiciones que rigen. Si tiene posibilidad de hacer uso de vacaciones, lo puede hacer. Él formalmente sigue siendo juez de la Corte Suprema y yo, por más que tuviera la intención de sacarlo, no puedo.

—Más allá de las competencias, ¿cómo vería usted, como ciudadano, esta reubicación de Hinostroza en otra sala?
Desde fuera, poniéndome en el rol de ciudadano, me sentiría frustrado por no ver una respuesta contundente del sistema de justicia. Pero si estamos dentro del aparato del Estado, tenemos que atenernos a las normas.

—¿Las designaciones y ratificaciones de jueces a través de ese proceso viciado deberían quedar sin efecto?
Pienso que sí. Nosotros no podemos hacer nada al respecto porque no nombramos.

—¿Al menos han tratado de identificar quiénes son?
No lo hemos hecho porque no nos corresponde. Imagino que el CNM habrá identificado a los beneficiados y estará tomando medidas.

—Señaló que es normal recibir entradas de diversas instituciones como la FPF.
Sí. La Corte Suprema recibe invitaciones para asistir a diferentes espectáculos. El primer invitado es el presidente de la República. ¿Acaso le van a cobrar? Al Congreso también le mandan invitaciones. Muchos dicen que quien las está enviando es [Edwin] Oviedo. No es así. Las envía la FPF presidida por él. ¿Eso ya le da un carácter delictual a esos obsequios? En absoluto. Me parece un poco exagerado.

—El problema es que ni el jefe del Estado ni el Congreso deciden en un proceso penal contra quien lidera la institución que envía ese regalo. Además, el código de ética del funcionario público prohíbe recibir obsequios de empresas privadas.
Es, en términos tal vez formales, una empresa privada, pero para la ciudadanía es una institución que representa al deporte nacional en el fútbol.

—Una institución, finalmente, privada.
​Seguramente, pero no es un regalo como un artefacto eléctrico o que me estén regalando un terno, una caja de licor. Es una entrada y también las recibieron las anteriores gestiones. Y no solo es el Poder Judicial.

—Ni el presidente ni el Congreso deciden si el presidente de la FPF es declarado culpable o inocente por un presunto asesinato.
Claro, pero el hecho de que recibamos una entrada de cortesía institucionalmente no va a comprometer la independencia de un juez. Imagínese que yo, por una entrada de un partido, me vaya a comprometer a resolver en tal o cual sentido.

—Sin embargo, ello no elimina el conflicto ético.
En lo formal, podría parecer una suerte de conflicto.

—¿A usted no le parece un conflicto?
Bueno, viendo las cosas ahora, tendría que ser una suerte de práctica que en adelante el PJ no admita ninguna tarjeta de cortesía de ninguna institución. Lo digo con absoluta franqueza, eso no volverá a ocurrir para que no haya ninguna especulación.

—¿Cuál es su opinión sobre la comisión formada por el presidente de la República?
Tengo una opinión positiva. Espero que ellos hagan su trabajo. Nosotros hemos instalado la comisión encargada de elaborar un planteamiento estratégico para la mejora del Poder Judicial.

—¿El Poder Judicial debería inhibirse en el diseño de la reforma del sistema?
Aceptar que toda reforma viene de afuera huele a intervencionismo. Varias veces dijeron que el PJ no se puede reformar y que tiene que hacerse desde afuera. Eso es peligroso. Quienes estamos dentro y conocemos más la realidad somos quienes más podemos aportar, sin negar que quienes están afuera puedan hacer lo suyo.

—¿Una reforma que excluya al Poder Judicial sería tomada por usted como intervencionista?
Tomaríamos una reforma de ese tipo como intervencionista y una reforma parcial que mellaría la independencia del Poder Judicial.

—¿Por qué creer que pueden reformarse si no pudieron evitar lo descubierto por los audios?
Es que hubo una suerte de negligencia o se bajó la guardia. Eso lo estoy aceptando. Pero de ahí a decir que somos una suerte de soldados rasos y que venga un general a ponernos el orden, tampoco es así. Somos capaces de nosotros mismos poner orden y proponer reformas. Todos los que tenemos interés en el sistema de justicia podemos contribuir. No es verdad que haya una suerte de apañamiento respecto a la conducta irregular de algunos jueces.

—¿Tampoco considera que se apañó a Hinostroza Pariachi?
No, porque estamos recién tomando conocimiento de los hechos que le atribuyen. Después que los conocimos, hemos tomado medidas. No nos hemos quedado inactivos.

—Salvador Heresi renunció antes de que se diera a conocer el último audio en el cual se lo menciona a usted. ¿Pasa por su cabeza renunciar?
Mi imagen de alguna manera queda mancillada por esta conversación. Pero de esta no se deduce ninguna actividad ilícita de mi parte. No puedo hacerme responsable de lo que habló una persona que era cercana a mí. Renunciar es aceptar que hice algo ilícito y no lo hice.

—¿Cuál es su explicación, entonces, para lo escuchado en la grabación de la cual participa un ex asesor suyo y el juez Ríos?
​Estoy absolutamente indignado por el tráfico que se ha hecho de mi persona. El señor Díaz, a mis espaldas y abusando de mi confianza, establecía contacto con personas como el señor Ríos y se atreve a invitarlo como si yo lo hiciera. En ningún momento lo hice ni sabía que iba a estar. El señor Díaz ha estado vendiendo humo.

—Díaz señala que su hija habría sido favorecida con un puesto de trabajo en el Ministerio de Justicia. ¿Ella en algún momento laboró en dicha institución?
Nunca ha trabajado en el Minjus. Para que vea, pues, la fanfarronería. Hay personas que, cuando están cerca del poder, hacen mal uso de esa cercanía para vender humo o falsas influencias sin que el titular de esa institución sepa.

​—¿Sabía que ese audio se difundiría?
No sabía, pero como hay tantos rumores uno está a la defensiva. No lo podía descartar y, bueno, ya salió. Esa es mi versión que responde absolutamente a la verdad.

MÁS EN POLÍTICA...