Los organismos electorales aún no pueden definir el cronograma electoral de los comicios generales del 2021. Las trabas no necesariamente se deben a la pandemia del COVID-19, sino que están vinculadas a la demora del Congreso por definir las reglas de juego.
El Parlamento puede introducir cualquier cambio normativo hasta setiembre de este año. El primero será en el proceso de democracia interna, previsto entre agosto (internas) y noviembre (primarias). “Las primarias estaban prácticamente descartadas desde la propia campaña electoral. No es que haya variado la situación por la crisis, las primarias siempre tuvieron poca chance, conforme lo había propuesto la Comisión Tuesta”, sostiene Jeffrey Radzinsky, director del Grupo Fides Perú.
José Manuel Villalobos, presidente del Instituto Peruano de Derecho Electoral, explica que, mientras que la ley no esté lista, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) no puede prescindir de las primarias.
“Porque si no hubiera primarias, las internas ya no serían en agosto como estaba previsto, sino a finales de noviembre o inicios de diciembre”, añade.
El JNE realizó en enero un borrador del cronograma, el cual se iniciaba este mes con la convocatoria a las primarias y la activación de la Ventanilla Única de Antecedentes.
Detalles claves
Para definir el mecanismo de democracia interna, se han presentado cuatro propuestas en el Congreso. Los proyectos de Podemos Perú, Acción Popular y Somos Perú plantean volver a la fórmula del 2016, con algunas variantes, lo que permite la elección por delegados (listas armadas por las dirigencias partidarias). Por el contrario, el Partido Morado propone el mecanismo de un militante, un voto bajo la organización de la ONPE.
Un sondeo realizado por este Diario revela que la mayoría se inclina por dejar opciones abiertas. “Los partidos defienden su autonomía y por eso no quieren perder el manejo de sus internas. Así se deja de lado lo avanzado por la reforma, porque además no se exigirá militancia previa para postular”, sostiene Villalobos.
El Parlamento también tiene previsto suspender la adecuación de los partidos a la norma que exigía 24.800 afiliados y establecía que las organizaciones que no participen del proceso o retiren sus listas perderán la inscripción. “Hoy tenemos 24 partidos, y esa norma dejaría más de una decena de partidos fuera”, apunta Radzinsky.
Tras las internas
Villalobos, especialista en derecho electoral, afirma que el Congreso no debe realizar mayores modificaciones, además de la corrección para que los peruanos en el extranjero vuelvan a estar en el padrón de Lima, la paridad y alternancia, y la ampliación de la franja electoral.
Radzinsky y Villalobos coinciden en señalar que todo lo demás, a partir de diciembre, debe continuar según los caminos regulares. “Lo relevante es que el 28 de julio haya nuevo Congreso. Se puede debatir si es en abril o mayo, pero no debemos cambiar las reglas de juego”, apunta Radzinsky.
Fernando Tuesta ha propuesto realizar la primera vuelta presidencial el primer domingo de junio; y la segunda vuelta, el primer domingo de julio. Esto requiere una modificación constitucional en el Congreso. En esa línea, el magistrado del JNE Jorge Rodríguez Vélez propuso que la segunda vuelta solo ocurra cuando el ganador de la primera no alcance el 45% de los votos o que, superando el 40%, tuviera una diferencia menor de diez puntos con el segundo. Asimismo, que los mayores de 60 años no estén obligados a votar.
Estos, nuevamente, son cambios en el terreno legislativo. “Hoy todavía la figura presidencial es popular, tiene legitimidad y liderazgo, que contrasta con un Congreso que no ha podido recuperar confianza. Parte de la fortaleza de esa legitimidad es que la oposición es débil y sin liderazgos sólidos”, anota Radzinsky. El presidente Martín Vizcarra ya expresó su postura a favor de que el cambio constitucional se produzca el 28 de julio del 2021.