Congreso: ¿qué impacto tiene renunciar al resguardo policial?

“El país necesita que los policías resguarden las calles”, dijo el congresista oficialista Gino Costa después de anunciar que renuncia al resguardo policial que le corresponde por el cargo que ostenta. 

Guido Lombardi, su colega en la bancada de Peruanos por el Kambio (PPK), secundó su iniciativa y mencionó que “la Policía Nacional del Perú está para cuidad a los ciudadanos y no a los congresistas”.

Pero ¿cuál es el impacto real de la decisión que tomaron ambos legisladores del partido de gobierno?

Para el ex director de la Policía Nacional del Perú Miguel Hidalgo la medida es solo simbólica. “Cuando los parlamentarios renuncian a su seguridad, estos no van a las calles, sino que regresan a seguridad del Estado, área de la que fueron asignados”, dijo a El Comercio.

La seguridad que se le otorga a los congresistas es una prerrogativa del Poder Legislativo y no existe un límite para el número de agentes que un congresista puede solicitar, menciona Eduardo Pérez Rocha, también ex director de la Policía Nacional del Perú.

Hidalgo agrega, sin embargo, que el problema real no es que los congresistas gocen de resguardo policial, sino a que en ocasiones se les da mal uso. 

“En muchos casos, algunos parlamentarios utilizan al policía como chofer o mandadero, lo que impide que estos puedan cumplir la función estrictamente asignada al resguardo personal”, menciona.

Hidalgo recordó una anécdota: “Cuando era director de Seguridad del Congreso recuerdo el caso de una congresista de Perú Posible que le rompieron la luna del auto y le robaron la cartera porque el policía se encontraba actuando de chofer”.

Y Pérez Rocha sostiene que “un solo policía no te puede dar seguridad en tu desplazamiento, al final lo usan para cualquier otra cosa”.

De otro lado, criticó que haya ex presidentes del Congreso que tienen hasta ocho policías asignados para resguardo incluso un año después de que culminaron su función en la Mesa Directiva.

Asimismo, destacó que los suboficiales asignados a dar resguardo a los legisladores reciben un bono por cumplir esa función. “Cuando yo era director era de S/800 [la bonificación]”, afirmó.

Finalmente, Hidalgo planteó que la seguridad de los congresistas este asignada a empresas privadas. De ese modo –completó–, "podría haber alrededor de 800 policías más en las calles".

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