Días después de que el presidente Martín Vizcarra anunciara medidas de emergencia sanitaria para frenar el avance del coronavirus (COVID-19) en el Perú, como la cuarentena y el toque de queda, su aprobación alcanzó el 87%, según la última encuesta Ipsos, realizada vía telefónica y virtual los días 20 y 21 de marzo.
Si bien los resultados del sondeo no son estadísticamente comparables con las anteriores encuestas de aprobación, pues únicamente se entrevistó a población urbana, la cifra es la más alta que se ha registrado en dos años del gobierno de Vizcarra.
La desaprobación a la gestión de Vizcarra es de 11%.
Para el politólogo Paolo Sosa, un elemento que ha jugado un papel determinante en la cifra de aprobación es la percepción de gravedad de la emergencia sanitaria. “La crisis, ilustrada por los continuos reportes sobre la situación en otros países hace que la medida del presidente sea vista como necesaria a pesar de su radicalidad. Más aún cuando varios otros países se han sumado a esta estrategia posteriormente”, señaló.
En la misma línea, Percy Medina, jefe de IDEA Internacional en Perú, atribuye el alto nivel de aprobación a la percepción de gravedad que la población mantiene frente a la pandemia. “La gente es muy consciente de la gravedad de la pandemia, y es consciente de que es necesario tomar medidas duras. Entonces, si bien es cierto que la cuarentena y el toque de queda afectan las condiciones de vida cotidiana, el apoyo a las medidas es grande”, explicó.
El analista político Jeffrey Radzinsky señala que un factor adicional que explica los resultados del sondeo es la rapidez con la que el mandatario tomó las medidas. “Hay la sensación de que se actuó rápida y oportunamente, en comparación a otros países. Y una cosa que se suele reclamar mucho a las autoridades políticas en el Perú es que llegan tarde”, comentó.
A ello, indica Radzinsky, habría que sumarle la alta aprobación con la que contaba el presidente antes de desatada la crisis. “El presidente Vizcarra venía ya con aprobación alta. Ha dado un salto enorme, sí, pero no hay que perder perspectiva”.
Estrategia comunicacional
Los analistas consultados coinciden en que un elemento determinante en la aprobación alcanzada ha sido la estrategia comunicativa del gobierno, que diariamente realiza una conferencia de prensa comentando los avances de la situación en el país.
“El discurso es muy cercano al ciudadano, explicando muy didácticamente la gravedad del problema y la necesidad de sus medidas, además que apela a un sentido de la protección nacional que hace eco en la cultura política peruana”, aseguró Sosa.
Radzinsky opina que, a la simpatía que genera Vizcarra usualmente debido a una percepción de firmeza en la toma de decisiones se suma esta capacidad de comunicación. “Ha salido en conferencias de prensa diariamente, con una comunicación bastante empática y bastante precisa”, señaló.
Para Medina, el presidente ha mostrado una “vena comunicativa” que genera una sensación de cercanía con la población. “Además, es muy didáctico y es prácticamente una audiencia asegurada porque, al estar la gente en casa, todos lo ven”, precisa.
Posibles cambios
Los altos niveles de aprobación, sin embargo, podrían verse reducidos conforme pasan los días. Así lo considera Radzinsky, quien explica que el impacto económico de las medidas de emergencia podría golpear la reputación del mandatario. “Si uno revisa las cifras, en general, ante situaciones de crisis la ciudadanía suele ser más favorable a medidas drásticas. La gente saluda medidas drásticas porque hay temor. Va a pesar cómo ve la gente al gobierno cuando se empiecen a ver las secuelas en los temas económico y social”, indicó.