En la sede morada en Miraflores, Guzmán habla de la llamada fase de consolidación de su partido. (Foto: Hugo Pérez/GEC)
Fernando Vivas

Es el mismo del 2016, aunque con la serenidad de verse incluido e inscrito en el sistema. Para mantener a toda costa un aroma de ‘outsider’, dispara a derecha e izquierda.

— ¿Cuál es la diferencia entre usar un vientre de alquiler y parir un partido?
La hazaña es construir un partido de verdad. La gran lección del 2016 es que no podemos construir una nación sin un partido político. Hemos sobrepasado de largo los requisitos. La ley pedía 67 comités provinciales. Tenemos 157.

— [Nos da la resolución de “El Peruano”] Veo varios nombres de mujeres.
Cuarenta por ciento son mujeres, casi paridad.

—¿Centroizquierda, centroderecha, centro centro? Es una palabra gaseosa.
Es gaseosa porque nadie ha logrado darle un contenido, pero el centro republicano sí tiene un contenido específico. Para la izquierda su actor político es la clase social, para la derecha, el individuo. Para el centro, es la comunidad de ciudadanos. Y para que el país salga adelante los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades, apostando por el talento de las personas, sin seguir repitiendo el enfoque extractivista.

—¿ Humanismo de centro, sin autoritarismo de izquierda ni consumismo?
La derecha cree que la tarjeta de crédito es más importante que el DNI. En el centro republicano, el DNI es lo más importante.

— Y la inscripción que les ha costado tanto.
Convertimos la inscripción en una oportunidad para movilizar a la gente. Comenzamos en mayo del 2016, casi 3 años con miles de brigadistas.

— ¿Qué tan liberales, qué tan conservadores son?
Somos republicanos, creemos que de los liberales se consigue algo interesante que son las libertades, pero si no se dan con oportunidades, no llegamos a ningún sitio. Algo interesante del centro es que puede haber dictaduras de izquierda y de derecha pero no de centro. Hay un actor político diferente, un joven urbano más educado.

— Estás hablando de un promedio.
Estoy hablando de la gran mayoría que ahorita está conectada con las redes y con el mundo y ya no te pide una chamba, sino respeto, dignidad, horizontalidad. Quiere algo nuevo. Quiere una propuesta que le diga que planificar el Perú es algo bueno. Esa palabra era casi una lisura.

— En el gobierno de PPK y en el de Humala, en el que participaste [fue secretario general de la PCM], lo era, ¿no?
Hoy los jóvenes quieren un país que se planifique y no quieren pensar en el bicentenario sino en 30 años.

— Otra lisura, ¿diversificación productiva?
Por supuesto: sigue siendo lisura. Hace 30 años que el Estado no interviene en diversificar. En el siglo XXI los motores son nuevas ideas. Si un país no invierte en autodescubrir sus posibilidades, no vamos a llegar a ningún lado. Si mañana el cobre cae 15%, la economía se va al diablo y nada habla de esto. Por suerte, Dios es peruano y los precios son altos.

— Más lisuras: ¿enfoque de género y educación sexual?
Estamos en el siglo XXI y el futuro es de jóvenes y mujeres. El Perú ha cambiado.

— La comisión de reforma ya entregó sus proyectos a Vizcarra. ¿Apoyarías la bicameralidad?
Depende del objetivo que queramos alcanzar como nación. Si no solucionamos otras cosas como la calidad de los que van al Congreso,estaremos iguales. No puede ser que un partido presente 80% de invitados en su lista.

— ¿No quieres diputados y senadores morados?
En lo ideal, sí, dentro de 20 años que se mejore la calidad [de los candidatos].

— ¿La no reelección?
Técnicamente, la reelección tiene aspectos positivos porque permite la experiencia. Pero los que están hoy en el Congreso quieren destruir la democracia.

—¿Tendrían chance de reelegirse?
Se dice que el ratio que se reelige es bajo [alrededor de 25%], el problema es que son los que terminan manejando el Congreso y ya los conocemos. Ha sido una buena decisión.

— A juzgar por lo que pasa a otros, un tema dramático es el financiamiento. ¿Cuáles son sus recursos más allá del aporte de los militantes? ¿Hay peruanos y empresas de fortuna?
Te voy a contar cómo hemos financiado la inscripción. Ha habido tres fuentes. La primera y más importante es nuestra gente. La segunda ha sido la compra de cosas como polos, lapiceros. Cuando las juntas hay una cantidad importante y han sido financiamientos locales. La tercera fuente han sido aportes de personas naturales, no hay magnate ni corporación o empresas. Son cerca de 40 personas, la gran mayoría autoridades y militantes. Esa lista, con los nombres, la estamos ingresando a la notaría Flores Alván.

—¿Llega Vizcarra al 2021?
Independientemente de si es Vizcarra o no, a todos los peruanos nos conviene que haya estabilidad. El presidente ha hecho cosas buenas y no tan buenas.

—¿Una buena y una no tan buena?
El coraje que ha tenido para enfrentarse a las mafias en el Congreso y el Poder Judicial. No tan buena: la decepcionante reforma del PJ, la Junta Nacional de Justicia. No resuelve el problema.

—¿Has conversado con Vizcarra, lo conoces?
No. Una vez me lo crucé en un evento cuando no era presidente ni vicepresidente.

—¿Una reforma por la que empezarías?
Dos: La inversión en los talentos, que es el futuro del Perú. La segunda es una lisura: el desarrollo productivo, el Estado tiene que meterse a ayudar a sus empresas para que salgan adelante.

—¿No regulación, sino orientación?
Mucho más que regulación, el Estado tiene que entrar con servicios que hoy no existen o existen de forma dispersa.

—Pasó la inscripción, ¿cómo llaman a la nueva etapa?
Le hemos puesto nombre a esta fase porque somos muy ordenados. La fase de la consolidación partidaria. Nuestro objetivo es que para mediados del 2020 seamos el partido más organizado del Perú.