El ministro de Justicia, Salvador Heresi, señaló ayer que la corrupción es un mal estructural en la política que afecta a la gobernabilidad, la confianza en las instituciones y el derecho de las personas, puesto que se aprovecha de la debilidad institucional.
Durante la presentación del gabinete ante la comisión de Constitución del Congreso para sustentar el pedido de facultades legislativas en diversas materias, Heresi se mostró convencido de poderle hacer frente a la corrupción.
Precisó que para combatirla se tiene que priorizar la idoneidad de funcionarios públicos, así como instituir un marco normativo que regule los conflictos de intereses y resguarde el uso adecuado de los bienes del Estado.
Heresi mencionó entre sus lineamientos para enfrentar a la corrupción el hecho de impedir el ingreso al sector público de condenados por lavado de activos, tráfico ilícito de drogas y financiamiento al terrorismo.
Asimismo, el también congresista dijo que su sector buscará aumentar la eficiencia y contar con personal íntegro en el ejercicio de la función pública, lo que debe ir acompañado de lineamientos que regulen la obligatoriedad de presentar la declaración jurada pública.