Redacción EC

El ex ministro de Justicia aprista fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión efectiva por el delito contra la administración pública en la modalidad de tráfico de influencias.

De esta manera, el Primer Juzgado Unipersonal de Lima , quien es acusado de haber pedido S/.60 mil a la alcaldesa de Tocache, Corina de la Cruz, a solucionar sus problemas en el Jurado Nacional de Elecciones y en una Fiscalía Suprema.

El juzgado señaló que “está acreditado que Pastor buscaba obtener un beneficio económico mediante el ofrecimiento de sus influencias”.

El aprista también deberá pagar una reparación civil de 100 mil soles a favor del Estado.

Pastor no será internado en un centro penitenciario hasta que el fallo sea ratificado por una sala superior.

El ex congresista aprista tampoco podrá salir del país ni ausentarse del lugar de su residencia sin previa autorización judicial. Además, no podrá variar de domicilio y deberá ir los viernes de cada semana al sistema anticorrupción para informar sobre sus actividades y firmar el cuadernillo respectivo.

Si Pastor no cumple con estas medidas será internado inmediatamente en una prisión.

Además, el Primer Juzgado Unipersonal de Lima inhabilitó al ex ministro para ejercer algún cargo público durante cuatro años y medio.

A su salida de la sede judicial, el ex ministro indicó que apelará la sentencia condenatoria en su contra. 

LA DEFENSA DE PASTOR
En su alegato final efectuado el último lunes, Pastor sostuvo ser inocente de los cargos que le imputan. Aseguró que la grabación del audio presentado como prueba, en el cual se lo escucha hablarle a la alcaldesa de sus influencias,

Pastor Valdivieso sostuvo que la alcaldesa lo buscó para pedirle sus servicios profesionales y que él nunca le propuso algo incorrecto. No obstante reconoció ser responsable de ciertos términos utilizados (como decir que los magistrados del JNE "no trabajaban de esa manera", que eran sus "amigos" y que eran "gente honesta") y que se escuchan en los audios. Dijo que nunca debió mencionar esas palabras pues se prestan a malas interpretaciones.