El Procurador Público Adjunto Anticorrupción Erick Vladimir Guimaray Mori investiga al ex cónsul peruano en Shangái por los presuntos delitos de cohecho pasivo y tráfico ilegal de inmigrantes. Esto, en base a información procedente del gobierno de China que provocó la salida del diplomático del país oriental.
Según informó Cuarto Poder, en marzo de este año la cancillería china conversó directamente con Juan Carlos Capuñay, embajador de Perú en ese país asiático, y le dijo que el entonces cónsul general del Perú en Shanghái, Diego Alvarado Montoya, era considerado persona no grata para el gobierno chino.
Capuñay comunicó el hecho a la cancillería peruana a través de un cable diplomático reservado en el que decía que el gobierno chino exigía que Alvarado Montoya “debía salir del territorio chino en un plazo no mayor a 48 horas sin despedirse de autoridad alguna y evitando participar en cualquier acto público”.
La información señala que China hizo este pedido de manera verbal para no dañar las relaciones con nuestro país ni la visita que el primer ministro chino, Li Keqiang, hizo al Perú en mayo.
Sin embargo, el motivo por el que China hizo este pedido fue revelado poco después cuando el encargado de negocios de su embajada en Lima hizo llegar una ayuda de memoria a la canciller Ana María Sánchez de Ríos durante la Cumbre de la Alianza del Pacífico.
En ese documento se detallaba que el cónsul del Perú en Shanghái habría entregado de manera ilícita visas de negocios al Perú a ciudadanos chinos, a cambio de pagos de 1,000 y 2,000 dólares por persona. Lo que dice el gobierno chino es que dos bandas dedicadas al tráfico de inmigrantes habrían contactado a Alvarado Montoya entre el 2009 y el 2011.
Además, cables diplomáticos enviados al Perú dicen que el gobierno chino habría obtenido confesiones de los implicados en el tráfico de inmigrantes, así como un video en el que aparecería Diego Alvarado Montoya, aparentemente recibiendo un sobre con dinero. China tendría también registros bancarios y telefónicos que corroborarían los hechos ilegales.
"No he recibido dinero de nadie (...) No he recibido dinero en efectivo, no he recibido transferencias, no he festinado trámites", ha dicho Alvarado Montoya a Cuarto Poder. El ex cónsul de Perú en China afirma que en ese cargo no tenía inmnunidad total y, de haber pruebas en su contra, debió ser detenido por las autoridades de ese país.
Esto no ocurrió, pero lo que sí pasó es que, una vez en el Perú, fue denunciado por la Cancillería ante los tribunales, pero esta no lo sancionó disciplinariamente en sus fueros.
Quien sí lo ha denunciado, en base a los documentos presentados por el gobierno chino, es la procuraduría anticorrupción. Esta lo investiga por los presuntos delitos de cohecho pasivo y tráfico ilegal de inmigrantes en base a los comunicados diplomáticos. Sin embargo, el Ministerio Público aún no ha formalizado la denuncia, pues estaría a la espera de las pruebas que el gobierno chino envíe al Perú a través de la vía judicial.