Es la obra más vistosa que la constructora brasileña OAS ha hecho en la capital. En su interior se han llevado a cabo reuniones de talla mundial como la cumbre de presidentes miembros de APEC, la cita del Grupo del Banco Mundial y debates presidenciales. Se trata del Centro de Convenciones de Lima (CCL). Es el cuarto proyecto en el que la empresa ha reconocido que dio pagos ilícitos para obtenerlo.
En la declaración del martes del ex presidente de OAS Leo Pinheiro, cuando fue interrogado por fiscales peruanos en Brasil, dijo: “Tengo conocimiento [de] que se hicieron pagos ilícitos, pero no sé los detalles. Quienes pueden darlos son Leonardo Fracassi [exdirector de obras de OAS en el Perú], Ramilton Machado [exejecutivo de OAS] y Alexander Portella [quien estuvo a cargo de la contabilidad paralela de la empresa]”.
El Centro de Convenciones de Lima tuvo un valor total de S/539’127.577,88.
El 5 de marzo del 2014, el proyecto fue entregado a OAS para que lo ejecutara. Es decir, durante el gobierno de Ollanta Humala. El contrato se firmó luego de un proceso de selección que duró menos de cuatro meses.
A diferencia de una obra pública ordinaria, en este caso el Ministerio de Vivienda, entonces dirigido por René Cornejo, firmó un convenio –uno preliminar en julio del 2013 y luego otro más específico en noviembre del mismo año– con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a fin de que contratara a la constructora que iba a ejecutar el proyecto y que iba a administrar los recursos destinados.
—Participación—
En el período en el que se firmaron el convenio específico y el contrato entre OAS y la OIM, la directora nacional del proyecto fue Rocío Barrios Alvarado, actual ministra de la Producción.
Por entonces, Barrios era directora general de Administración del Ministerio de Vivienda. Como tal, tenía bajo responsabilidad la administración y custodia documentaria y el suministro de información “que dicha dirección tenga a su cargo o de la que gestione ante el citado comité o ante la OIM, en especial a la información conveniente a las labores de control”, según el convenio.
Sobre el comité, este se refiere a uno creado, con la firma del ex ministro Cornejo, para que se encargara de las especificaciones técnicas y de coordinación con la OIM. Este estuvo formado por el viceministro de esa cartera Ricardo Vidal, el exdirectivo del ministerio Luis Tagle Pizarro, el exfuncionario Ricardo Salinas Vilcachagua (excoordinador técnico del comité) y Gina Scerpella Cevallos, en representación de la Dirección de Urbanismo.
—Carrera por la obra—
La justificación para la obra fue la reunión del Grupo del Banco Mundial que iba a desarrollarse en Lima en octubre del 2015, debido a que la capital no contaba, de acuerdo con el gobierno, con una instalación adecuada para la cita.
El 9 de setiembre del 2011, el gobierno de Humala invitó al Banco Mundial para que hiciera su evento en Lima. Cinco días después, la invitación fue aceptada. Dos meses después, en la ley del presupuesto público para el 2013 se autorizó que se suscribieran acuerdos con organismos internacionales, como la OIM, para la construcción del Centro de Convenciones de Lima.
—Elección de la OIM—
El 6 de diciembre del 2012, el gobierno de Humala declaró de interés nacional la realización de la junta del Banco Mundial de Lima y creó un programa en el Ministerio de Economía para la organización.
En enero del 2013, el MEF informó que el Ministerio de Vivienda iba a estar a cargo de la ejecución del CCL. El 15 de julio, valiéndose de la ley de presupuesto público del 2013, esa cartera firmó un convenio preliminar con la OIM.
Roberto Salas, antecesor de Rocío Barrios en la Dirección General de Administración, fue parte del comité que escogió a la OIM como el organismo a cargo de llevar a cabo el concurso público, según fuentes de este Diario.
La obra fue inaugurada parcialmente el 1 de octubre del 2015. Actualmente está inconclusa debido a que OAS no subsanó la totalidad de las observaciones realizadas por el Ministerio de Vivienda. Por esa razón, el 9 de marzo del 2017 se resolvió parcialmente el contrato.
En su informe, la Comisión Lava Jato del Congreso, presidida por Rosa Bartra, cuestionó la elección de la OIM para que participara en una obra de esa envergadura porque su especialidad son los temas migratorios. Asimismo, criticó la creación de un marco normativo para que el organismo fuera el que eligiera al que ejecutara la obra. También que, al ser un ente internacional, las acciones de fiscalización eran limitadas.
El grupo de trabajo además advirtió que en pleno proceso de selección el viceministro Vidal y Ricardo Salinas (excoordinador técnico del comité) se reunieron con los ejecutivos de OAS Leonardo Fracassi y Pablo de Brito Cunha Cockeis.
Vidal y Salinas afirmaron a la comisión que no hubo irregularidades en esos encuentros. El grupo recomendó que fueran denunciados penalmente por colusión.
—Más información—
No investigada
La ministra Rocío Barrios no es investigada ni ha sido citada por los fiscales del equipo Lava Jato. Según fuentes del Produce, ella solicitó que en el convenio con la OIM se incluyera a la contraloría como veedor y que el organismo entregara informes periódicos. La Comisión Lava Jato consideró no denunciar a Barrios.
Sobornos reconocidos
Como parte de su proceso de colaboración eficaz con la fiscalía peruana, exejecutivos de OAS han reconocido sobornos para ganar las obras: hospital Antonio Lorena (Cusco), carretera Quilca-Matarani y carretera Lima-Canta.