A poco más de tres meses de iniciado su gobierno, el presidente Pedro Castillo no ha logrado definir un solo discurso político, al contrario, ha desarrollado dos estilos: uno “radical” cuando se presenta en una plaza pública y otro “moderado” cuando asiste a escenarios, como el Congreso, la Comisión Permanente de la OEA o la Asamblea General de la ONU.