El último miércoles, el ex presidente Alejandro Toledo reapareció en Nueva York, Estados Unidos. Su presencia en esa ciudad se debió a una invitación de la Misión Permanente de Surinam en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a fin de que participe en el foro Asociaciones Público-Privadas para la Sostenibilidad para el Desarrollo Global.
Toledo aprovechó el estar rodeado de distintos periodistas para brindar declaraciones y defenderse de las acusaciones que pesan sobre él en el Perú.
Por ejemplo, a la BBC manifestó ayer: "Yo doy la cara. Yo no soy fugitivo. Yo estuve aquí cuando me avisaron de eso [el pedido de prisión preventiva]. Yo no me he escapado de mi país”.
Las andanzas de Alejandro Toledo en Estados Unidos generaron críticas de diversos políticos en nuestro país e incluso del Gobierno. Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que la Misión Permanente del Perú ante la ONU envió una nota de protesta a sus pares de Surinam, a raíz de la invitación que le hicieron al ex presidente.
Como se sabe, Alejandro Toledo tiene dos órdenes de 18 meses de prisión preventiva en el Perú.
Una responde a una acusación por colusión, tráfico de influencias y lavado de activos por presuntamente haber recibido una coima de US$20 millones de parte de Odebrecht a cambio de favorecer a esa empresa en la licitación de dos tramos de la carretera Interoceánica. La otra es por el presunto delito de lavado de activos por el Caso Ecoteva, referido a las millonarias compras inmobiliarias realizadas por su suegra Eva Fernenbug con dinero que provendría de presuntos actos de corrupción cuando Toledo fue presidente de la República (2001-2006).