Estos dos depredadores lucharon a muerte por una presa. SE trata de un fenómeno natural llamado cleptoparasitismo. (Kevin Ebi/ Facebook @livingwilderness)
Estos dos depredadores lucharon a muerte por una presa. SE trata de un fenómeno natural llamado cleptoparasitismo. (Kevin Ebi/ Facebook @livingwilderness)
Redacción EC

Un zorro y un águila calva se enredaron en una lucha a muerte por quedarse con una presa, un conejo. Una foto y un video viralizados en , muestran la intensa gresca entre estos animales. Imágenes captadas por los fotógrafos Zachary Hartje y Kevin Ebi en Parque Histórico Nacional de la Isla de San Juan, ubicado en Washington, Estados Unidos.

Mientras que Ebi captó una serie de fotografías del encuentro entre estos depredadores, Hartje logró  grabar un video sobre la pelea. Fueron testigos de un fenómeno llamado cleptoparasitismo, ya que como se ve en el material difundido en Facebook un animal le roba la presa a otro aprovechándose de sus habilidades de cazador.

"Aquí hay algo que no se ve todos los días: un águila calva y un zorro joven peleándose por un conejo. ¡Más de 20 pies [6 metros] en el aire! Sucedió en el Parque Histórico Nacional de la Isla de San Juan" dice el texto que acompaña a la fotografía de Kevin Ebi en la página de Facebook Living Wilderness.

Este post de Facebook es una invitación al blog de Ebi. Donde se ve unas 12 fotografías de la gresca entre el zorro rojo y el águila calva. “Para mi sorpresa, la escena fue más dramática de lo que esperaba. Pensaba que el zorro soltaría al conejo, pero lo enganchó fuertemente en su mandíbula y el águila casi se lo lleva a él también. Los levantó a ambos por los aires y la batalla se volvió más dramática aún”, narra en su blog.

Por su parte, el fotógrafo Zachary Hartje captó un video que terminó por compartir en su Facebook. Ha dado la vuelta al mundo con más de medio millón de reproducciones en la red social. La escena es muy cruda, pues el zorro lucha por su presa hasta incluso poner su vida en peligro. El águila logra deshacerse de él y se lleva al conejo. No obstante, es gracias a Ebi que sabemos que  el zorro no resulta gravemente herido tras el ataque.

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