Estamos cerca de acabar el año y creemos importante hacer una pausa y reflexionar sobre todo lo que hemos vivido. Definitivamente no fue el año que planeamos y seguramente, nos vimos obligados a replantear nuestros planes y estrategias de negocio. ¿Año desafiante? Lo fue sin duda. En nuestro caso, nos puso constantemente a prueba: fortaleciendo nuestra mentalidad de crecimiento y recordándonos que deberíamos ver este 2020 como uno de aprendizajes constantes, uno que nos obligó a salir de nuestra zona de confort y a ver oportunidades donde quizás antes no las hubiésemos visto.
Mirando hacia atrás y pensando en el futuro nos gustaría compartir con ustedes algunos aprendizajes y herramientas que nos fueron útiles en este año de incertidumbre y que quizás a muchos de ustedes les resuenen o puedan servirles para lo que está por venir (con o sin pandemia).
MIRA: Navidad: ¿Cómo empezaron en el Perú las tradiciones navideñas que más extrañaremos este 2020?
1. Aceptemos el cambio: Aprendimos que el cambio es constante y la adaptación al mismo, un proceso. No nos libraremos de vivir una curva de emociones, pasando desde la negación, a la frustración, a la adaptación y por último, a la acción. Como todo proceso, este también, toma su tiempo. Démonos permiso de tomarnos ese tiempo y controlemos lo que sí podemos controlar.
2. Seamos flexibles: El poder adaptarnos se volvió nuestra ventaja competitiva, y lo será siempre que pasemos por un cambio. A veces somos muy duros con nosotros mismos, y perdemos las cosas de perspectiva siendo demasiado autocríticos. No busquemos la perfección, seamos flexibles tanto en la estrategia como en la ejecución y desafiemos continuamente nuestra creatividad.
3. No tengamos miedo a decir “NO”: El saber decir no en determinadas situaciones nos ayudará a enfocarnos en nuestras prioridades y objetivos. Pongamos límites, no podemos hacer todo. ¿Cuándo? Al momento que se nos pide algo que no está alineado con lo que es importante para nosotros o no coincide con nuestros valores. No nos olvidemos de cuidar la forma y de ser posible, ofrezcamos alternativas.
4. Seamos perseverantes: La perseverancia nos permitirá, equivocarnos y aprender de esos errores para alcanzar el objetivo deseado a largo plazo. No importa que tan difícil sea la situación, tendremos que probar qué funciona y qué no. En el camino, no perdamos de vista la foto completa.
5. Seamos proactivos: No podemos quedarnos sentados a esperar a que nos propongan soluciones o simplemente nos caigan del cielo. Busquemos activamente alternativas y propongamos iniciativas. Recordemos que cada crisis, es una nueva oportunidad. Tenemos que jugar a la ofensiva.
LEE: ¿Cuáles son los secretos de Sandra Plevisani y Karen Schwarz para tener una vida más balanceada?
Este año nos ha demostrado que el rol que juega nuestra mentalidad, lo es todo. Será la mentalidad que adoptemos la que nos permita afrontar lo que se nos ponga enfrente de una manera distinta. Para nosotros el tener una mentalidad de crecimiento nos ayudó a estar más abiertas, a ver las fallas como aprendizajes y a no dejar que los errores nos definan. Nos empujó a salir de nuestra zona de confort, sentirnos con más confianza en nosotras mismas y así, anticipar retos y oportunidades.
En este 2020, nuestro mantra ha sido: enfoquémonos en un día a la vez y no todo está escrito en piedra. Aprendimos que el plan que tracemos hoy quizás pueda cambiar mañana y necesitamos estar abiertos a esa posibilidad. Hoy más que nunca es importante vivir en el presente, dedicarle tiempo a lo que vale la pena y lo que sí podemos controlar. Y a ti ¿qué aprendizaje te dejó el 2020? //
*Raphaela Berckemeyer y Claudia Vallejo son coaches ejecutivas certificadas por la Universidad de Columbia en NY
Más información:
Instagram: @motusv2b
Web: www.motusv2b.com