Unos jóvenes decidieron que no había mejor forma de celebrar el cumpleaños de uno de ellos que en una limusina Chrysler 300C.
Y todo iba bien hasta que el vehículo tuvo que cruzar las vías del tren. Se podría pensar que aquello no sería mayor problema, pero debido a las dimensiones de la limusina, esta se quedó literalmente atascada en medio de la vía.
El conductor, al ver que no podía hacer nada, indica a todos los pasajeros que bajen lo antes posible del vehículo, pues venía un tren a toda velocidad.
Si bien algunos le indicaban al tren que frene, fue imposible hacerlo a tiempo debido a la velocidad con que venía. Y ocurrió lo que ya todos habían esperado.
El tren impactó en el Chrysler, arrastrándolo por varios metros. Sin embargo, el auto sufrió menos daños de los que todos esperaban: solo unas cuantas abolladuras en la carrocería y ventanas.
Además, se encontraba tan atascado que el tren solo lo arrastró y no lo sacó volando. Lo bueno es que nadie salió ileso.