Hoy en día pensar en un saco para llevar a tu perro colgado del auto no tendría ningún sentido, además que todas las instituciones protectoras de los animales saldrían a protestar contra el extraño producto.
Bueno el título es de por sí bastante descriptivo, pero expliquemos de qué trata. No es nada menos que un saco con un agujero para que por ahí salga la cabeza del perro. Este va sujetado al estribo clásico de los autos de la época por la parte inferior y por la superior con unos ganchos agarrados a la ventana abierta, aunque, como dice la publicidad, se coloca un tubo de goma para no dañar el auto.
Al parecer el creador de este producto no le tenía mucho cariño a nuestros amigos de cuatro patas. Queda claro que esta vez “No todo tiempo pasado fue mejor”, por lo menos no para los perros.