Si es que no ha pasado mucho tiempo desde que cambiaste los discos de freno y ya debes de reemplazarlos nuevamente por desgasto, algo podría estar pasando, aunque es muy probable que tú seas el responsable de esto. Vayamos por pasos.
Por lo general el desgaste de los discos de freno está directamente relacionado con el estilo de manejo. Sin embargo, si es que en anteriores oportunidades los frenos han tenido una mayor duración y no ha habido cambios en el estilo de manejo ni las rutas usuales, es posible que existan otros factores que estén produciendo un desgaste acelerado.
La revisión debe iniciarse por los calipers, para asegurar que estos están produciendo una adecuada presión en los discos. Luego de ello es conveniente revisar el servofreno y la bomba de freno, para asegurarse de que también se encuentran en perfecto estado.
Finalmente, habrá que confirmar que el líquido de frenos no se encuentra degradado.