Probamos el renovado C3 de Citroën, cuya apariencia ahora sigue la línea del C4 Cactus. (fotos: Ruedas&Tuercas)
Citroën C3
Miguel Mejía

El Citroën C3 se renueva por todos lados y ahora muestra un evidente parecido a su hermano mayor, el C4 Cactus. La apariencia de city car que tenían sus predecesores no existe más y ahora se muestra como una simpática opción para quienes quieran un hatchback con tintes de crossover.

Hoy en día, los fabricantes buscan que sus modelos tengan mayor concordancia a nivel de diseño con el fin de afianzar la imagen de marca y, además, unirse a la tendencia automotriz actual. Esta tendencia gira entorno a los crossovers y SUV, así que la idea de Citroën era tratar de que sus compactos tomen una apariencia más robusta. Lo lograron con el C4 Cactus y ahora buscan que la línea continúe con el C3, que renuncia a su inofensiva apariencia para seguirle los pasos a su hermano mayor.

El C3, pues, era uno de los autos que más esperábamos este año. El compacto de la marca francesa aún no se lanza oficialmente en Perú, pero tuvimos la oportunidad de probarlo y nos llevamos más de una sorpresa.

¿En serio?

La primera -gran- sorpresa la encontramos en la ficha técnica que nos mandaron días antes de probar el auto. Dos versiones que se diferenciaban por el equipamiento, pero el motor era el mismo; precisamente, ahí es donde nos sorprendimos: propulsor de 1,6 litros diésel. Sí, diésel.

Se trata del premiadísimo turbodiésel BlueHDI, parte de la familia de motores Euro 6 de muy bajas emisiones y altísimo rendimiento. ¿Y por qué la sorpresa? Pues porque, a excepción de pick-ups y vehículos comerciales, no suelen entrar autos con motor diésel al país, básicamente por la baja calidad del petróleo en nuestro país. Esto, podría representar un riesgo para la marca, pero en Citroën primó la frase: “el que no arriesga, no gana”.

Pero, ¿por qué un C3 diésel? La eficiencia de este propulsor turbodiésel es la razón. Según la marca, con una sola tanqueada podremos recorrer hasta 1.300 kilómetros. Nosotros probamos qué tan eficiente era (Conoce el detalle en la ). Si no se animan por tratarse de un diésel, tranquilos; Citroën prepara la llegada de un C3 gasolinero y con caja automática. 

¿Y qué tal se siente?

Pues muy bien. Como dijimos, el motor es de 1,6 litros y produce 91 HP, potencia más que suficiente para el auto, con o sin pasajeros. Este motor va ligado, por ahora, solo a una caja manual de cinco velocidades.

El motor se siente muy torquero. Sorprende la capacidad para ir rápido en carretera, sobre todo cuando hay que hacer algún adelantamiento; todo lo podemos hacer en quinta, no es necesario bajar una u dos velocidades para adelantar. 

En ciudad también se siente muy bien. La puesta a punto de la suspensión resulta muy agradable a bajas velocidades, pues filtra bien las imperfecciones del camino; sin embargo, esto juega un poco en contra en curvas, ya que hay un balanceo de la carrocería que llega a resultar un tanto molesto. 

Pinta de SUV

El C3 adopta mucho del C4 Cactus, empezando por las formas redondeadas que dan una sensación de robustez. Además, la posibilidad de mezclar colores le da un toque muy juvenil y original.

Llaman la atención los cuatro faros delanteros, dos que funcionan como direccionales y que tienen incorporada la iluminación diurna LED, y los otros dos que sirven como luces de posición. Por los laterales, en tanto, resaltan los AirBumps, estas burbujas de aire, mostradas por primera vez en el C4 Cactus, que tienen como objetivo evitar algún eventual raspón.

Cálido interior

La línea juvenil se mantiene en el habitáculo. Es un diseño innovador y en el que destacan las formas redondas en las puertas, salidas de aire, tablero, entre otros. El espacio es uno de los puntos más fuertes en las plazas delanteras, aunque en los asientos posteriores nos quedamos un poco cortos hacia arriba.

En cuanto al equipamiento, la versión probada lleva una pantalla de 7 pulgadas que incluye Mirror Link y desde donde también manipulamos casi todas las funciones del auto, lo cual resulta incómodo si tomamos en cuenta que está ubicada en una posición muy baja.

Otra de las novedades a nivel de equipamiento que encontraremos en este nuevo C3 es el ConnectedCam, una cámara frontal ubicada en el espejo retrovisor con la que, a través de una aplicación, podrás tomar fotos y publicarlas en tus redes sociales. Por si fuera poco, esta cámara también podrá captar los momentos previos y posteriores en caso de un accidente. Lo malo de todo esto es que no logré conectarme, aunque esto quizá se deba a mi poca familiaridad con la tecnología.

Conoce más detalles de nuestra prueba al Citroën C3 en la edición 638 de Ruedas&Tuercas. 

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