Anne Hathaway vs. Anjelica Huston: ¿cuál es la mejor de “Las brujas”?

Las comparaciones y controversias de los remakes frente a las versiones originales de películas amadas por el público siempre serán inevitables. Este es el caso de la reciente producción protagonizada por Anne Hathaway en HBO, “Las Brujas” (2020), y “La maldición de las brujas” con Anjelica Huston como la Gran Bruja.

En esta nota ponemos bajo la lupa las actuaciones de ambas actrices, así como la producción del miedo y espanto en el público. Obviamente, la percepción del miedo no es el mismo en el mundo contemporáneo, con una pandemia encima y sobreinformación, comparado con el mundo de hace tres décadas. ¿Cómo trabajó cada producción el terrorífico argumento? Aquí las evaluamos. ¿Cuál es tu veredicto?

ANNE HATHAWAY: “LAS BRUJAS” (2020)

(Leslie A. Galván)

“Las Brujas” (“The Witches”) tiene un inicio terrorífico digno del maestro de lo fantástico y siniestro, Robert Zemeckis. Aunque un poco lejano al estilo cinematográfico inmersivo de “Las Brujas” (1990), trabaja de la mano de Kenya Barris y Guillermo del Toro en una pieza que no quiso ser la replica de su antecesora, sino una propuesta divertida y familiar, que hipotéticamente sería del gusto de los niños.

Lo que sí queda claro es la posibilidad que había en el cuarto de guionistas de contar la historia del niño huérfano de Alabama que fue a vivir con su abuela (Octavia Spencer), una mujer experta en pociones y sanaciones, quien vio a su mejor amiga de la infancia convertirse en un ave cuando una bruja (Anne Hathaway) le ofreció un dulce, “algo que ningún niño debe hacer”.

EL TERROR QUE NUNCA LLEGÓ

Cinco horas sentada en una silla, dos horas menos que Angelica Huston, es lo que tardó el equipo de maquillaje de 60 técnicos y artistas en transformar a Anne Hathaway en la Gran Bruja. Make up, látex y yeso fueron los materiales que quitaron sensibilidad a las acciones que, de otra manera, podrían haber sido casi sádicas y provocado crispación, pero Zemeckis prefirió agregar efectos especiales, como volar sin escoba y una sonrisa gigante.

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La película tiene más de un encuadre replicado de izquierda a derecha y de arriba abajo de la cinta de 1990. Con todo ello, la escena más terrorífica del relato infantil, cuando dos niños se convierten en ratones, deja hambriento de tensión y suspenso al espectador. Pasa como un momento más de una parte álgida. En ese gran salón del Grand Orleans Imperial Island Hotel, Anne Hathaway luce bella siendo una bruja que odia a los niños y desea desaparecerlos del mundo convirtiéndolos en ratones.

Sin llegar a la exageración en el maquillaje de prótesis, el equipo artístico hizo de Hathaway una glamurosa caricatura. El maquillaje y el vestuario, que hizo a la comunidad de personas con diferencias en sus extremidades alzar la voz por retratarlo grotesco, realmente no llega a ser ni oscuro, ni tenebroso. El terror nunca llega. Más bien, apunta al lujo y da cierto porte a una figura que, en la literatura de Roald Dahl de 1983, era una prosa que escarapelaba la piel y dejaba noches sin dormir a más de un pequeño que debía leerlo, quiera o no, como parte de las asignaturas electivas del colegio.

LA MALDAD DESINFLADA

¿Es glamour y belleza lo que debió aspirar el casting de la película? No por nada Cheer estuvo entre las opciones de “The Witches” de 1990. Querían una Angelica Huston, porque era la presencia de una silueta elegante, madura, imponente y con una belleza de facciones duras, no una casera de las comedias románticas más tierna que monumental.

Sin ofender el talento de Hathaway, podemos salir del terreno de la selección de actores y centrarnos solo en el personaje y el desplazamiento en el escenario. Ese acento escandinavo con mala pronunciación, la relación entre ella y el resto de sus compañeras de la Sociedad Internacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños, y la performance delicada y engreída (no vamos a utilizar la palabra forzada) son parte de una performance al estilo Disney. ¿Y si se hubieran quedado con la idea inicial de hacer un dibujo animado en stop-motion, como lo propuso Del Toro? Siempre sí seguiría cumpliendo como una película familiar.

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En general, “Las Brujas” representaba el grupo de sádicas que quieren exterminar a los niños, la mano macabra que aparece por las noches, la oscuridad y bajeza del carácter que lo simula con los gritos y los engaños. Basta con hacernos la pregunta más básica: ¿Cómo debe lucir una bruja? Viste de negro, es mala, hechicera, con apariciones de humo. Pero la bruja mayor del siglo XXI luce más moderna, lucha por verse mala, gesticula sexy y su equipo detrás de cámara no le proporciona mayor ayuda para engrandecer su ardua y macabra tarea.

FICHA

Sinopsis: Un grupo de brujas se junta en un balneario para idear un plan macabro: exterminar a todos los niños del mundo. Cuando dos pequeños descubren su plan son convertidos en animales y buscan acabar con ellas.

Duración: 1 h 44 m

Género: aventura, fantasía

Elenco: Anne Hathaway, Octavia Spencer, Stanley Tucci, Jahzir Bruno, Codie-Lei Eastick.

Clasificación: +13 (Guía paternal)

Año: 2020

Películas similares: “Charlie y la fábrica de chocolate” (HBO), “Twist” (HBO), “El Señor de los Anillos” (HBO).

Calificación del autor: ★★★

ANJELICA HUSTON: “LA MALDICIÓN DE LAS BRUJAS” (1990)

(Diana Gonzales Obando)

El gran temor de volver a ver una película muchos años después es perder la ilusión de la primera vez. Esto no sucede con “La maldición de las brujas” (1990) de Nicolas Roeg, incluso después de treinta años del estreno de esta fantástica película de miedo dirigida a un público familiar. Muchos no la vimos en los cines, pero sí en la televisión, era un clásico de señal abierta que se repetía cada año y, religiosamente, nos sentábamos frente al televisor con el mismo terror y fascinación de siempre.

Gracias al remake “Las Brujas” protagonizado por Anne Hathaway, la versión original y más fiel al libro del narrador Roald Dahl (autor de “Matilda” y “Charlie y la fábrica de chocolate”) vuelve gratamente a la palestra, y las diferencias con la versión de Robert Zemeckis son sumamente resaltantes, pero será trabajo de los espectadores comparar ambas versiones y armar su propio veredicto. Por ahora nos centraremos en uno de los papeles más magistrales de la poderosa Anjelica Huston.

¿CÓMO ES UNA BRUJA? COMO ANJELICA HUSTON LO DIGA

El arquetipo de bruja ha cambiado con los años (y siglos) conforme se ha desarrollado la historia de la humanidad, y la cultura popular se ha encargado de plasmarla en todos sus niveles y diferencias. Pero, si tenemos que imaginar una bruja, digamos, ideal, se viene inmediatamente a la mente Eva Ernst, la Gran Bruja interpretada por Anjelica Huston. Este papel le calzó como un molde tallado a su medida.

En su forma humana, una imponente Huston es una femme fatale desde su vestimenta hasta sus gestos, sabe equilibrar la sensualidad con perversidad tal como lo exigía el personaje. En su forma real, es decir, de bruja, el personaje de Huston se torna escalofriante desde su transformación en sintonía con el resto de las brujas de la convención. “¡Fuera pelucas!”, ordena la Gran Bruja y los rostros repugnantes aparecen uno tras otro con verrugas, garras y pies espantosos.

Además de rescatar el esfuerzo de la actriz por tolerar prótesis, maquillaje, garras, joroba, irritación en los ojos, calor, y otros calvarios que la tuvieron al borde del llanto, este momento sintetiza magistralmente cómo son las brujas y sus propósitos según la imaginación de Roald Dahl, autor del libro, y Nicolas Roeg, director de “La maldición de las brujas”.

MIEDO, MIEDO, MIEDO

El permanente suspenso y atmósfera tenebrosa son obra de Roeg y del titiritero Jim Henson, creador nada menos que de “Los Muppets”, “El narrador de cuentos” y director de “Laberinto”.

Desde el inicio de la película, a través de la narración de la abuela y su traumática experiencia con una bruja en su niñez, se va construyendo esa atmósfera siniestra con la que advierte a su nieto sobre la existencia de las brujas. El asco que sienten por los niños es tal que su olor les causa náuseas, por lo que su mayor misión es asesinarlos. Con el uso de la voz en off, los primeros minutos recuerdan mucho al estilo de “El narrador de cuentos”: “La brujas se visten con ropa normal y parecen mujeres normales. Viven en casas normales y tienen empleos normales (...) Están siempre conspirando para matar a los niños y acosan a sus pobres víctimas como un cazador acosa a un pájaro en el bosque”, dice Helga (Mai Zetterling) a Luke (Jasen Fisher).

Es con esta información que el niño -y los espectadores- se encuentra frontalmente con decenas de brujas en plena convención dentro de un espacio cerrado y no cabe más reacción que el espanto. Los rápidos acercamientos de la cámara y sus primeros planos durante la transformación de humanas a brujas, así como las tomas desde la mirada en pánico de un Luke escondido y resguardando su vida, contribuyen a generar mayor escalofríos. Lo mismo con las escenas de persecución y la propia transformación de los niños en ratones.

Si bien los efectos especiales son propios de los años noventa, con sus limitaciones “La maldición de las brujas” no deja de provocar la misma sensación de sus orígenes. Es una obra maestra del terror y fantasía para niños y adultos, convertida en una película de culto para muchos de sus seguidores.

FICHA

Sinopsis: Un aquelarre se reúne en un lujoso hotel de Inglaterra para conspirar la mejor manera de asesinar a todos los niños del mundo.

Duración: 1 h 30 m

Género: fantasía, comedia de terror

Elenco: Anjelica Huston, Mai Zetterling, Rowan Atkinson, Jasen Fisher.

Clasificación: +13 (Guía paternal)

Año: 1990

Películas similares: “Matilda”, “Blanca Nieves y el cazador”, “Maléfica”

Calificación del autor: ★★★★★

VEREDICTO

La caracterización de Anjelica Huston estremeció hasta al mismo autor de “Las brujas” (1983), Roald Dahl, cuando vio la película. En cambio, Anne Hathaway cumplió con la labor de entretener a ese tecnológico y exigente público infantil de esta generación. Quién sabe, puede que a los niños de la actualidad la Gran Bruja de “The Witches” (2020) les provoque risa antes que miedo, a diferencia de la criatura espeluznante de los años 90.

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