“The White Lotus” 2x04: el pecado arrasa hasta con los más nobles personajes de la serie | RESEÑA

Lo dijimos en el comentario sobre el capítulo debut de la segunda temporada de The White Lotus, la serie de Mike White que transmite HBO Max cada domingo: la gran duda aquí es si el mencionado creador puede superarse. Bueno, ya en el cuarto episodio, estrenado el último 20 de noviembre, podemos afirmar que la respuesta es positiva.

Bajo el título “En la Caja de Arena”, este cuarto capítulo resulta un compendio inmejorable de los aciertos y desaciertos de la especie humana. Empezamos pues, recordando que hace una semana Cameron (Theo James) e Ethan (Will Sharpe) se quedaron solos en la sede siciliana del White Lotus pues Daphne (Meghan Fahy) y Harper (Aubrey Plaza), sus respectivas parejas, viajaron a Noto para hacer turismo.

Tragos van, tragos vienen, y Cameron terminó a los besos con las jóvenes locales Lucía y Mía. Pero fue cuando la última de estas empezó a besar a Ethan que algo se rompió. El esposo de Harper rechazó proseguir el coqueteo y prefirió dejar todo para el marido de Daphne. Un escueto “no puedo”, fue suficiente para que Mía entienda y vaya hacia donde su amiga. Así se consumó el trío.

En sí, todo parecía listo para que la noche de Cameron e Ethan se convierta en una anécdota más que este último pueda contarle a su esposa. Pero Cameron se adelantó y le pidió “respetar el código de amigos”. Tal vez fue por ello que cuando –ya de regreso en el White Lotus-- Harper le preguntó qué pasó, este le dijo que “nada fuera de lo normal”.

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Habíamos dicho ya que si hay dos personajes caracterizados por su tranquilidad y paz interior son Albie (Adam DiMarco) e Ethan. El primero, hijo de Dominic (Michael Imperioli) y nieto de Bert (F. Murray Abraham), se la pasó cortejando a Portia (Haley Lu Richardson), la asistente de Tanya (Jennifer Coolidge). En todo momento preguntó y casi pidió permiso para realizar nuevos avances hacia la intrépida joven. Pero no siempre uno más uno es dos. Al menos no en la televisión.

Mientras Ethan vivió su propia crisis de resaca con Cameron, Albie fue testigo del acercamiento que Portia comenzó a tener con Jack (Leo Woodal), el chico de la piscina. Esperanzado en que esta lo buscaría para sentarse a ver el mar, esperó y esperó, hasta que finalmente –en un arranque de humanidad—sintió celos y fue a buscarla.

“Debo quedarme junto a mi jefa, pero sí estoy interesada en que nos veamos más tarde”, dijo Portia. Casi con el rabo entre las piernas, Albie salió de escena contrariado. Y si algo de peculiar tiene esta serie es que todos terminan entreverados con todos. En ese sentido, un encuentro entre Lucía (Simona Tabasco) y Albie era lo que faltaba. El joven, educado y galante, no pudo evitar sentirse atraído por la dama de compañía y empezó una charla que duraría horas.

Parte del encanto de una serie como The White Lotus –y más notoriamente en este episodio—es el mix entre locaciones hermosas, música italiana y situaciones impensadas. Ver a Albie intentando leer su libro mientras observa con el rabillo del ojo cómo Portia (‘su’ Portia) congenia tan bien con Jack, nos resulta un momento insuperable ya que, al menos en los tres primeros capítulos, este personaje se auto-presentó como el más racional de todos en la historia.

Esta especie de conversión, transformación o descubrimiento del joven Albie le pone una sazón distinta a la propuesta de Mike White. Si uno esperaba que el hijo de Dominic cierre su historia defendiendo sus ideales de ‘amor’ por encima de ‘sexo’ y de respeto al cortejo clásico, pues nunca estuvo tan errado. Hasta los más apacibles personajes sufren los estragos de un guion disruptivo.

Pero ese proceso de conmoción no le es ajeno a otros personajes de la serie que transmite HBO Max. Harper retorna al hotel y parece lista para ‘chismearle’ todo sobre su ‘amistad’ con Daphne a su novio Ethan, y mientras este entra al baño a vomitar todo lo que tomó la noche anterior con Cameron, descubre lo peor: la bolsa de un preservativo detrás de un mueble en la habitación.

Aunque la interpretación de Aubrey Plaza como Harper Spiller fue una de las mejores en lo que va de la temporada, lo que se puede apreciar en este cuarto episodio no mantiene el mismo nivel. Aunque entendemos el shock que debe haber sentido Harper al ver (o imaginar) que su ‘sueño’ de pareja ideal se cae a pedazos tras encontrar una bolsa de preservativos en su cuarto, sus gestos se nos hacen exagerados, demasiado dramáticos, además de muy duraderos.

Dos situaciones más se presentaron en este cuarto episodio de The White Lotus 2. La más trascendental tal vez tiene que ver con la joven Mía (Beatrice Grannò), la otra dama de compañía, quien finalmente decide convencer al pianista y tener sexo con él a cambio de que este la contacte con las personas indicadas en pos de cumplir su sueño: ser una cantante profesional. El lugar elegido para el encuentro es una pequeña capilla oculta en el White Lotus.

Una capilla chica, aunque, sin embargo, plagada de imágenes religiosas y hasta figuras que reprimen el deseo del pianista, un tipo que bien podría ser el padre de Mía y que así de la nada presenta problemas de disfunción eréctil y termina aceptando unas pastillas que le trae la aspirante a cantante. No faltó mucho tiempo para que los efectos secundarios lleven a emergencia al músico, previa caída en pleno restaurante del White Lotus y, por supuesto, para sorpresa de los turistas. ¿Qué medicinas le dieron?

Finalmente, Tanya no se hunde en la soledad luego de que su esposo Greg la deje sola en el White Lotus para irse a Denver. De pronto conoce un selecto y curioso grupo de turistas. Se trata de un empresario de origen inglés y sus amigos gays (él mismo lo aclara). Todos reciben con suma cordialidad a la millonaria y esta les agradece aceptándoles salidas y comidas. A estas alturas el personaje interpretado por Jennifer Coolidge parece una especie de ‘botín’ andante sobre el que uno debe mantener siempre los ojos bien abiertos ante cualquier aprovechador.

“Lo mejor de la suerte es que siempre está cambiando”, le dice a Tanya su nuevo amigo luego de que esta le haga un resumen sobre las cosas más importantes de su vida personal. Al lado de esta pequeña historia, su asistente Portia parece cautivada por Jack, al punto de besarlo a tan solo unos metros de Albie, quien consciente de que su plan romántico y caballeroso se ha ido por el desagüe, pisa el acelerador con Lucía. Y ella lo ayuda con una frase contundente “no dejes que (Portia) gane”.

El cuarto episodio de la segunda temporada de la serie The White Lotus nos reafirma la capacidad creativa de Mike White, un realizador hábil para condensar en un puñado de historias lo mejor y lo peor de una sociedad entregada a lo más importante de lo menos importante: el placer.

THE WHITE LOTUS 2/ HBO MAX

Director: Mike White

Elenco: Jennifer Coolidge, Jon Gries, F. Murray Abraham, Sabrina Impacciatore

Sinopsis: La serie ganadora del Emmy regresa para la temporada 2, siguiendo a varios invitados durante una semana en en Sicilia. Mientras comienza a surgir el lado más oscuro de los viajeros perfectos, la gerente del hotel intentará mantener a raya a dos jóvenes locales que intentan acercarse a sus visitantes por todos los medios posibles.

Duración: 7 episodios

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