A nosotros la rutina nos aburre. Necesitamos escapar de lo cotidiano para recargarnos de energía, distraernos, relajarnos y mejorar nuestro estado de ánimo. Imagínate hacer lo mismo todos los días por años, frecuentar el mismo espacio y la misma gente o comer siempre lo mismo. ¡Deprimente!
No pasa lo mismo con tu perro o gato. Ellos son muy sensibles a los cambios, no los entienden y cualquier alteración en su día a día puede ser considerada como amenaza, por eso es muy importante mantener su rutina para así cuidar su estabilidad emocional.
Normalmente las situaciones que más los angustian son los cambios de alimento o de horarios, ambientes muy ruidosos, mudanzas, nuevos integrantes o la ausencia de familiares en el hogar. También se sabe que los perros y gatos perciben el estado de ánimo de sus dueños. Así que si tú estás estresado o de mal humor, ellos lo sentirán y presentarán alteraciones de conducta.
El estrés puede presentarse de muchas maneras, ya que cada mascota es única. Normalmente los síntomas son agresividad, destrucción de objetos, apatía, hiperactividad y, en casos extremos, hasta la autoagresión (morderse y lastimarse la cola o patas), entre otros.
Se ha demostrado que en las mascotas, al igual que los humanos, el estrés es el detonante o empeora enfermedades, pues baja las defensas del organismo. Algunas situaciones las podemos controlar. Por ejemplo, elegir otra marca o presentación de alimento. Debes hacerlo paulatinamente. Primero, mantén el 80% del alimento antiguo y mézclalo con el 20% del nuevo. A medida que vaya aceptando la combinación aumenta el porcentaje de la dieta al que quieras acostumbrar a tu mascota. Así no sentirá la diferencia de sabor tan drásticamente. No te olvides de darle su comida siempre a la misma hora.
Si notas que tu mascota está agresiva o destructiva, ten paciencia y no trates de corregirla riñéndola. Hazlo con cariño, jugando con ella, reforzando las acciones positivas y aumentando sus horas de paseo o de actividad física mejorarás su conducta. No dejes de tomarle importancia al estrés de tu mascota. Si sientes que no mejora, consúltalo con su médico veterinario o con un especialista en comportamiento, ya que podría empeorar la situación.