El peligro de la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán, presagia Mahboba Saraj, de la Red de Mujeres Afganas, va a hacer “retroceder al país 200 años”. Y es que el mayor retroceso para las mujeres afganas se dio cuando esta facción impuso su versión radical de la ley islámica entre 1996 y 2001. Se les prohibió estudiar, trabajar, salir de casas solas, “mostrar la piel” en público, acudir a una consulta médica atendida por varones, reírse en voz alta, usar tacones, vestir ropa colorida y “vistosa”, participar en política. Las mujeres no podían vivir libremente. Las mujeres no tenían derechos. Las mujeres no eran seres humanos. Los derechos sociales y económicos recuperados estos años, están en peligro. La parlamentaria Farzana Kochai ya lo alerta: “El peor escenario es que eliminen por completo a las mujeres de la sociedad, que nos quedemos en casa. Las mujeres afganas no pueden aguantar eso. Habrá resistencia”.
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Esa resistencia se ha plasmado durante años en la literatura. Sus autoras han escrito obras (en realidad, valientes testimonios) para explicar la situación que viven y, también, sus anhelos de dejar de ser invisibilizadas por una sociedad radical.
Una mujer entre los señores de la guerra, de Malalai Joya
Malalai Joya es una política afgana que denunció públicamente la presencia de los señores de la guerra y criminales de guerra en el parlamento. Vive casi en la clandestinidad para evitar los atentados que tratan de silenciar su voz, sin cansarse de denunciar la opresión que sufren los afganos y, sobre todo, las mujeres. A pesar de haber sufrido cuatro intentos de asesinato, amenazas de muerte, insultos y agresiones físicas, no han intimidado a la diputada más joven del parlamento. Comparte sus memorias en Una mujer entre los señores de la guerra, un libro aleccionador y, por sobre todo, con mucha valentía. En 2009, Joya recibió el premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados por su defensa del pueblo afgano.
La hija del narrador, de Saira Shah
Saira Shah es escritora y documentalista británica. Su primer viaje a Afganistán fue cuando tenía 21 años. Trabajó durante tres años en Peshawar como reportera cubriendo la invasión soviética a Afganistán. Ese contraste (una vida acomodada en Londres versus el drama del exilio de su familia) es el punto de partida de su libro La hija del narrador, donde explora la historia de su familia dentro y fuera de Afganistán. Hija del fabulista sufí Idries Shah, que toda una vida escuchó las historias de su padre, buscó con entusiasmo, de las bocas de los refugiados afganos en Pakistán, los mitos que aún sustentan la cultura de guerreros. Descubrió que en Afganistán todos los narradores han sido varones... hasta ahora.
El secreto de mi turbante, de Nadia Ghulam
Nadia tiene apenas ocho años, pero se le ha acabado la infancia. Una bomba ha destruido su casa y con ella su vida, su rostro y la situación acomodada en la que vivía. A los diez años, la niña decide cambiar el velo blanco por el turbante, adoptar la identidad de su hermano muerto y trabajar sin descanso por la supervivencia de los suyos. Esa es la trama de El secreto de mi turbante, el libro autobiográfico de la escritora afgana Nadia Ghulam (hoy vive refugiada en Barcelona, España), que pudo evadir las rígidas prohibiciones del régimen talibán contra las mujeres. Está inmersa en diferentes iniciativas para ayudar su país.
Flor ahumada (o Flor Roja Oscura), de Nadia Anjuman
Estoy enjaulada en esta esquina
Llena de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar
Soy una mujer afgana y debo lamentarme
Esos son los versos que se leen en Flor ahumada, también conocido como Flor Roja Oscura, el primer libro de la poetisa Nadia Anjuman, donde cuestiona el machismo, el patriarcado y todas las formas de subyugación de las mujeres en Afganistán. La obra alcanzó popularidad en su país natal, Paquistán e Irán. Nadia perteneció al círculo de costura de Herat, la única actividad permitida por el régimen talibán. Estos círculos eran usados por las mujeres para estudiar -de forma clandestina- arte y literatura. Anjuman estudió las obras de Shakespeare, Tolstoi, Honoré de Balzac, por mencionar algunos. La obligaron a casarse con Farid Ahmad Majid Mia, un licenciado en Literatura. Fue víctima de feminicidio por su esposo en 2005. Nadia tenía 25 años.
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Sparks like a star, de Nadia Hashimi
Es el sexto libro de Nadia Hashimi ambientado en Afganistán y el cuarto texto para iluminar el camino en un mundo de traición y reconciliación internacional. Hace buen uso de su experiencia médica (es pediatra) y personal como hija de inmigrantes afganos, mezclando historia, herencia, cultura y tradiciones dentro de una narrativa llena de suspenso con alto impacto emocional. Estruja el corazón cuando cuenta el origen de su supervivencia y la búsqueda de su propia resistencia: es una hija de Afganistán y su historia no es ‘impuesta’, sino que forma parte su esencia. //
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