La actriz Margot Robbie interpreta a Sharon Tate en la película de Tarantino "Érase una vez en Hollywood".
Charles Manson SOMOS
Oscar García

A Sharon Tate le faltaban dos semanas para dar a luz cuando cuatro
miembros de una secta denominada ‘la Familia’ ingresaron a su casa de Beverly Hills, a escondidas, armados con sogas, cuchillos y alicates, como si entrasen a un matadero y no a la mansión de una famosa actriz de Hollywood.

Sharon, de 26 años, era la esposa del director Roman Polanski y la noche que la mataron, 9 de agosto de 1969, celebraba una reunión para tres amigos. A mando de la operación que terminó con su vida estaba un tipo alto, de pelo negro y brazos de deportista, junto a tres mujeres que apenas sobrepasaban los 20 años. En los minutos que siguieron, los gritos que salieron de la casa fueron tan intensos que era imposible saber si eran de hombre o de mujer, declararía luego Linda Kasabian, la miembro de la familia que ofició de vigía.  

Media hora después, todos los invitados estaban muertos. A la policía le tomó varias semanas dar con los responsables de la matanza, por la naturaleza del homicidio que no revelaba un móvil lógico. ¿Quién querría matar a esas personas? Fue una delación la que llevó a la captura de Tex Watson –el de los brazos fornidos–, de Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, y también del cerebro detrás de esa masacre, un músico de 1,60 m con pinta de Jesucristo llamado Charles Manson.

Charles Manson mato a la actriz Sharon Tate (Foto: AP)
Charles Manson mato a la actriz Sharon Tate (Foto: AP)

Un demonio llamado Charles Manson
El asesinato de Tate y amigos –y de los esposos LeBianca, cometidos por la misma secta solo un día después, en otra zona de Los Ángeles– provocó histeria en la sociedad estadounidense. Reportes de la época dan cuenta de que en los dos días que siguieron a la ola de crímenes de la familia Manson se vendieron 200 pistolas en una tienda de Beverly Hills. Si uno quería cambiar las cerraduras de casa, debía esperar semanas, porque los cerrajeros no tenían tiempo.

Estados Unidos despertó así, de la peor manera, del sueño utópico
de paz y amor que habían vendido los años 60, cuando uno de sus hijos, el líder de un grupo que propugnaba el amor libre, la expansión de la conciencia y la vida en el campo -todos postulados caros de la subcultura hippie-, se había convertido en su espejo más deforme.

En una noche de verano en 1969, la mansión que alquilaba Roman Polanski junto a Sharon Tate en Beverly Hills se convirtió en una escena del crimen. Foto: Getty Images, via BBC Mundo
En una noche de verano en 1969, la mansión que alquilaba Roman Polanski junto a Sharon Tate en Beverly Hills se convirtió en una escena del crimen. Foto: Getty Images, via BBC Mundo

El motivo de Manson para desatar el baño de sangre fue una mezcla de racismo y con un deseo de ser famoso. En el rancho en donde solía vivir con sus seguidores, en su mayoría mujeres jóvenes de clase media a las que seducía, Manson predicaba el advenimiento del Helter Skelter, nombre de una canción de los Beatles que usó para denominar a una supuesta guerra racial en donde los negros se impondrían a los blancos. Manson quería propiciar ese conflicto.

La otra motivación fue su ego. Charles había aprendido a tocar la guitarra en prisión, en su juventud, y no era malo al cantar o escribir canciones. Un año antes de los crímenes, se había puesto en contacto con Dennis Wilson, de los Beach Boys, y con el productor de éxitos Terry Melcher, para que escuchasen sus composiciones y le ofreciesen un contrato discográfico. El fracaso en sus gestiones, y que estos le robaran una canción, lo enfureció a tal punto que el primer ataque en su cruzada sangrienta fue a la casa ubicada en Cielo Drive 10050, Beverly Hills, propiedad de Melcher.

Todos los elementos del horror más absoluto fueron encontrados por la policía de Los Ángeles cuando llegó al lugar donde cinco amigos acababan de ser masacrados: sangre por todas partes, un simulacro de ahorcamiento, un modus operandi que parecía corresponder a un diabólico ritual, la ausencia de móvil evidente... (Foto:EFE)
Todos los elementos del horror más absoluto fueron encontrados por la policía de Los Ángeles cuando llegó al lugar donde cinco amigos acababan de ser masacrados: sangre por todas partes, un simulacro de ahorcamiento, un modus operandi que parecía corresponder a un diabólico ritual, la ausencia de móvil evidente... (Foto:EFE)

Lo que no sabía Manson es que la mansión de Melcher tenía nuevos inquilinos. Pocos meses antes había sido alquilada por Roman Polanski y su joven esposa embarazada. Lo salvaje de su muerte le puso la lápida definitiva al "verano del amor", como se conoce por extensión a los años del hippismo post 1967 y sus utópicos postulados de paz, amor y no violencia. 

Una figura de culto
Sharon Tate murió de 16 puñaladas, algunas de ellas encajadas en su vientre preñado. Alrededor de su cuello se encontró una soga con
un nudo de horca y algunas quemaduras, lo que indicaba que en algún momento fue colgada de una viga. Susan Atkins, miembro de la ‘Familia’ que se encargó de apuñarla, confesó que lo hizo para que esta se callara. Luego cogió una toalla empapada en su sangre y escribió en la puerta la palabra ‘cerdos’. Murió en prisión en 2009, de
un tumor, mientras cumplía su sentencia de cadena perpetua.

Fue ella la que provocó la caída del clan, sin querer, al alardear haber sido la asesina de Tate durante un arresto por un robo de poca monta, ese mismo año. Manson y sus discípulos fueron capturados y sentenciados a pena de muerte, pero en 1972 se les conmutó la condena a prisión perpetua. Todos han mostrado desde entonces algún grado de arrepentimiento, acusando a Charles de haberlos manipulado, pero igual se les ha negado el arresto domiciliario. El único que nunca se arrepintió fue el líder, que en los años siguientes se convirtió en un radical ecologista y un supremacista blanco.

Charles Manson en una imagen del 21 de diciembre de 1970. (AP).
Charles Manson en una imagen del 21 de diciembre de 1970. (AP).

En vida, y durante muchas décadas, Manson tuvo miles de seguidores que le mandaban cartas a prisión. Su figura despertaba en algunos un interés malsano. El músico Trent Reznor, de la banda Nine Inch Nails, llegó a comprar la casa de Polanski y la convirtió en un estudio de grabación. La vendió cuando la hermana de Sharon, Debra, le hizo ver que estaba explotando la imagen de su familiar. Y muchos deben recordar también que Axl Rose, líder de Guns N’ Roses, popularizó en los 90 el uso de polos con la cara del asesino.

En años más recientes, la historia de los crímenes de Cielo Drive han inspirado la imaginación de artistas como la escritora Emma Cline, cuyo elogiado debut Las Chicas (Anagrama, 2016) es un relato sensible y complejo de la adolescencia, vista a través de un grupo de jóvenes hippies que son captadas por un líder manipulador, llamado Russel. Por su lado, está por estrenarse Erase una vez en Hollywood, la novena película de Quentin Tarantino, que transcurre en esa época y en la que Sharon Tate (interpretada por Margot Robbie) y Manson (Damon Herriman) tienen un rol menor.  

El actor australiano Damon Herriman ("Mindhunter") es Charles Manson. (Foto: AP)
El actor australiano Damon Herriman ("Mindhunter") es Charles Manson. (Foto: AP)

El 3 de enero del 2017, Charles Manson fue llevado de emergencia a un hospital de Bakersfield, a 96 kilómetros de la prisión estatal de California, por una hemorragia gastrointestinal grave. Su salud acaparó la atención de los medios aunque salió bien librado de la intervención. El 19 de noviembre de ese año, a las 20:13, murió por causas naturales en el hospital del condado de Kern, según un comunicado del Departamento de Prisiones de California. Tenía 83 años. //

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