Cusco no solo saca siempre un as bajo la manga con una frecuencia sorprendente, sino que estos hallazgos asoman en los extramuros de la ciudad, donde el turismo que acude a Sacsayhumán, Qenqo o Tambomachay es masivo. Cusco es desconcertante, Cusco te mata en el buen sentido. Dicho esto, siento que habrá nostalgia en este relato y no puedo hacer nada para evitarlo.
La cosa es simple (ausencia de seguridad) y no es ajena para nadie en el Perú. En los ochenta uno podía pasearse por Sacsay-huamán de noche para deslumbrarse con las constelaciones, ir a la Zona X o al Templo de la Luna para ingresar al recinto con serpientes grabadas en bajo relieve en su entrada y llegar hasta una mesa de piedra en cuya bóveda había un agujero. Bastaba echar un poco de agua sobre la lisa superficie de granito para ver retratada allí la delicada luz del único satélite natural de la Tierra. Ahora todo esto ha cambiado. El ingreso al Templo de la Luna está prohibido, violaciones y robos han hecho que, aún de día, se tenga que tener precauciones, salvo si se va en un tour organizado.
Felizmente, hay circuitos ignorados por el turismo oficial que no solo ofrecen seguridad, sino un camino inca que te traslada desde el pueblo de Yunkaypata hasta el ombligo del mundo, pasando por una seductora campiña, arbolada y fresca, con bosques de eucaliptos y queñuales, flores silvestres, puquios y riachuelos. Lo mejor es que la ruta está desprovista de viajeros y se puede disfrutar de la naturaleza y de notables complejos arqueológicos que no figuran en las guías turísticas sin perturbación alguna.
Mientras se va descendiendo por un Qhapac Ñan cada vez más refinado, se tiene un insuperable panorama de la capital del Tahuantinsuyo. Lo cierto es que Cusco me mata y seguramente seguirá matándome. //
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Yunkaypata está a 13,6 km del Cusco, camino a Písac. El pasaje cuesta 4 soles. No se cobra entrada para transitar los 7 km que separan Yunkaypata del Cusco.
En la ruta hay sitios arqueológicos desconocidos, como Inkilltambo y Kusilluchayoq, además de un camino inca impecable por trechos, con canales, murallas y 10 metros de ancho.
Llevar: agua, mandarinas, pan, queso, granola, impermeable, bloqueador.