MDN
Eduardo Mendoza
Miguel Villegas

Unos alumnos de primaria que, más que un polo de Messi, piden la camiseta de ‘Orejas’. Un delantero que hacía todos los goles que necesitábamos, castigado y luego resucitado, que es guerrero y Guerrero. Unos palos que esta vez sí nos salvaron. Una Conmebol que nos entregó, fina cortesía, tres puntos. Un entrenador del que nunca se podía saber si había ganado o lo habían goleado. Una hinchada que fue caravana, éxodo y ejército. Y una voz, la de Daniel Peredo, que se comió todos los (36) años sin Mundial y cuando clasificamos se fue a verlo en la mejor posición VIP. Parece mentira... o mejor: parece el guion de una película.

Eduardo Mendoza de Echave es director de cine y lo sabe. Y acaba de filmarla.

¿Siempre hemos sido hinchas de la selección? Tengo mis dudas.
Hay hinchaje por los equipos, siempre. Pero si repasamos algunos medidores, la asistencia o el rating, aun cuando teníamos muy pocas chances de clasificar, siempre se llenaron los estadios. No existiría, si no, nuestra frase ‘matemáticamente posible’. Si no fuéramos hinchas, no nos aferraríamos a esa mezcla de resultados improbables, a esta cosa entre la fe y la locura. Yo diría que sí.

Después de La hora final [la película sobre la captura de Abimael Guzmán], que es sobre el Perú, ¿por qué una sobre fútbol?
Este logro deportivo puede ser considerado, yo creo que sí, casi una hazaña. Pero también me interesaba cómo esta particular coyuntura había logrado generar un sentido de unión en el país, poco habitual. Cómo estos valores de la selección –el compromiso, la disciplina, el trabajo en equipo– influyeron en la gente, a tal punto que se veía reflejada en ellos, más allá del juego. El documental busca transmitir la idea de que un país unido puede lograr cosas importantes, no solo en el deporte. No es solo cantar el himno o ponerte la camiseta, está claro que hay que cambiar más cosas: pero por qué no trabajar en equipo.

¿Con qué sensación te imaginas que irán a ver el documental?
Por un lado está lo que dices: va a ser emocionante revivir no solo que se llegó al Mundial, sino cómo se llegó. Los partidos, los goles, el triunfo contra Ecuador, etc. Pero está lo que ocurrió en el medio: cómo vimos ese proceso, los estadios llenos, el viaje de 50 mil peruanos a Rusia y cómo estuvimos comunicados e inspirados por esta ilusión.

El 21 de marzo se estrena la película-documental Contigo Perú: el espíritu del hincha. La dirige Eduardo Mendoza De Echave, que tiene un pasado reciente notable: La hora final fue la primera película peruana en estrenarse a nivel mundial por Netflix en más de 190 países; y El Evangelio de la carne ganó más de 17 festivales internacionales y fue precandidata por el Perú para los premios Óscar. Contigo... es su regreso y es la última ola de una marea de producciones (12 libros, cuatro modelos de camisetas, millones en venta de souvenirs) que busca resumir los últimos dos años felices gracias al fútbol. El tiempo en que la camiseta de la selección se hizo pijama y uniforme.

Es viernes y son las 5 de la tarde. La primera edición de la película está en la Mac de Mendoza, luego de 18 meses de grabaciones, miles de horas filmadas, viajes a la selva de Lamas –donde siguieron la historia de Rubén Sangama y su comunidad–, a Chinchero –para conocer a Joel y a su padre– y a Chincha –el tierra de Jorgao, el niño de El Carmen que sueña con ser Paolo Guerrero–. Antes que le dé play y pueda ser uno de los primeros en mirar este pedazo de nuestra historia que tanto se pareció a la alegría, Eduardo Mendoza dice, agotado, tratando de responder 40 mensajes de WhatsApp:
–Este viaje me ha permitido también conocer que podemos ser peruanos, solo peruanos. En Rusia todos nos ayudábamos. Fue algo muy paja ver cómo el fútbol nos permitía estar juntos.

El documental contiene imágenes en Rusia, a donde viajó un equipo de producción, e incluye el fervor de La Franja y la Blanquirroja, las barras oficiales de Perú, los testimonios de los seleccionados Edison Flores y André Carrillo, la voz de Ricardo Gareca y Juan Carlos Oblitas, tan necesarias para entender qué pasó adentro. Fueron en total tres países europeos y ocho ciudades del Perú las que sirvieron de escenario para contar este documental, que llegará al cine gracias a una alianza estratégica entre Séptimo Sello, la FPF, el BBVA Continental, la UCAL, Movistar y Tondero, entre otros.

Tu generación es, también, la generación del miedo. De La hora final. ¿Qué dice esta película sobre los niños que vieron a Perú en el Mundial?
Mientras ensayaba con Pietro [Sibille] y Nidia [Bermejo], hablábamos de algo que yo no he borrado: de niño, por años, nunca podía dormir. Solo lo hacía cuando sonaba la chapa de la puerta y era mi papá, que volvía. Mi mejor amigo vivía en Tarata. He visto cosas muy fuertes. Para un niño que vive ese grado de ansiedad y temor, en Lima y, sobre todo, en provincias, tiene que haber una consecuencia.

¿Por eso elegiste la frase final de Ricardo Gareca?
Sí, esa sensación de paz y unidad es la que quería mostrar. No se trata solo de fútbol. Es más que fútbol. //

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