Oscar García

Si uno contempla el mar peruano desde la superficie, como ese manto impenetrable de opacidad verde cubriéndolo todo, apenas se podría imaginar el color y la vitalidad que se encuentran a unos metros bajo el nivel del agua. Sucede que de la vida marina conocemos muy bien a las tortugas, los delfines, los lobos marinos y, con suerte, algunas ballenas que salen a respirar, pero debajo ocurre otra historia. A 20 metros bajo el agua, cuando la luz solar escasea, todo adquiere un color verde oscuro, como si alguien hubiera reducido el contraste y el tono a una TV. Es solo cuando se encienden luces artificiales en este lugar que todo un mundo vibrante aparece en su forma exacta. Es la vida que se oculta.

Contenido Sugerido

Contenido GEC