OBREROS DEL GUANO. Al terminar las tareas de cernido, el fino polvillo del guano se impregna en la piel. Los trabajadores suelen utilizar equipos de protección, cuentan con seguro contra todo riesgo y se ofrece atención médica permanente. Según el director de Abonos de Agro Rural, Tomás Cedamanos, hay un programa de tratamiento de aguas residuales y mantenimiento del campamento.
Guano Elías Alfageme
Elías Alfageme

A 40 minutos de El Chaco, en Paracas, se encuentra la isla Chincha, el hogar de miles de aves guaneras, productoras de un abono rico en fósforo, potasio y nitrógeno. La isla cuenta con un campamento en el que más de 300 personas viven durante semanas o meses, extrayendo el guano acumulado por años, a cambio de 1.800 soles al mes.

El sistema de trabajo sigue siendo tradicional (como es desde inicios del siglo XX). Pero a partir del 2009 –con la creación de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras (RNSIIP)– se han implementado políticas para el uso sostenible del recurso. El guano se administra a través de Agro Rural, que elabora el plan anual de manejo, aprobado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP).

El plan incluye la protección de aves guaneras y otras especies como el pingüino de Humboldt, así como el control de volúmenes de recolección y medidas sanitarias de prevención. //


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