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Jerry Seinfeld no se complica. No hay nada más en el mundo que le guste tanto como la comedia, los autos y el café. Así que en el 2012 decidió tener un show de entrevistas en el que interactuasen esos tres elementos. Habían pasado 14 años desde se emitiera el último capítulo de la serie que catapultara su fama a la estratósfera, ya saben, aquella que tenía por título su apellido y que era sobre nada en particular – o sobre todo, según del punto de vista- y se había mantenido vigente con proyectos diversos. Pero fue esta suerte de talk show motorizado lo que le hizo ganarse premios Emmy otra vez. “Comedians in cars getting coffee” (la traducción es “Comediantes en carros yendo por café”) es el nombre del programa – al que seguramente arribaron en dos minutos y medio- y este estrenó su última temporada recientemente por Netflix.

La dinámica del show es tan básica como brillante. Seinfeld, un fanático de los autos, poseedor incluso de una gran colección, pasa a recoger a su casa a un comediante famoso. Esto ocurre usualmente en Los Ángeles o en Nueva York. Cada vez lo hace en un coche distinto, inspirado eso sí, en la personalidad de su invitado (a). Juntos, luego, van a una cafetería local por un expreso o un cortado. Mientras todo eso sucede charlan, sin guion alguno, sobre lo que significa ser comediante – lo que fue, lo que es-, la vocación, los inicios, los límites de los chistes en tiempos en que todos se ofenden por todo, las viejas glorias que los inspiran y más.

Son varios los motivos, pues, por lo que “Comedians...” se alza como una buena opción para pasar el rato con canchita frente a la tele o el Ipad, pero aquí las sintetizamos en cuatro:

1. Debe verse “Comedians...” si te gusta la gente que no se toma nada en serio y que ríe como nadie de sí mismos.
¿Quiénes han sido los copilotos de Seinfeld a la fecha? Jerry Lewis, Mel Brooks, Larry David, David Letterman, Don Rickles, Jimmy Fallon, Chris Rock, Tina Fey, Sarah Silverman, Jay Leno, Louis C.K., Jon Stewart, Aziz Ansari, Amy Schumer, Jim Carrey, Stephen Colbert, Barack Obama (no era comediante, pero era el presidente), Kirsten Wigg, entre otros. Esta última temporada pone en la marquesina nombres gordos como Eddie Murphy, Martin Short, Alec Baldwin, Ricky Gervais y Jamie Foxx, quienes estelarizan para quien escribe, los mejores episodios de esta tanda.

2. Hay que verla si te gusta, por sobre historias de ladrones con acento español o pubertos ochenteros combatiendo “cosas extrañas”, reírte. Seinfeld logra, en muchos casos, usar con habilidad su condición de celebridad respetada para arrancar grandes anécdotas a sus entrevistados. El pregunta y el copiloto o compañero o mesa, suelta. Es Seinfeld, pues. Estas, como no pueden ser de otra manera, siempre están enrevesadas con bromas o relatos hilarantes, por los que todo el mundo acaba riendo: el conductor, el invitado y el que hace uso del streaming. Eso es lo que pasa, por ejemplo, en el capítulo con Eddie Murphy. Es raro verlo contar historias de su vida con desparpajo, como la experiencia que tuvo en sus inicios –él, de hecho, comenzó a hacer stand up la misma semana y en el mismo club de Long Island que Seinfeld en 1976- hasta la vez que visitó a Michael Jackson en su casa y al chimpancé de este, Bubbles.

Ahora, es cierto que no todos los capítulos son potentes. En algunos, los comediantes, ya sean viejos o novatos, se ven realmente intimidados por Seinfeld y es este quien termina casi haciendo monólogos. Sin embargo, la mayoría cumple. Durante entre 12 y 18 minutos cada uno y se pueden ver si ningún orden cronológico. Suficiente.

3. Hay que buscarla en el catálogo de Netflix si te gustan los 'fierros'. Los autos en los que se producen las chácharas suelen ser hermosas piezas de la ingeniería. Los primeros dos minutos del programa, de hecho, Seinfeld explica por qué se ha elegido tal o cual para ir por sus invitados. Estos tienen que ver con su personalidad. Carros antiguos de colección, futuristas, vintage, de series limitadas... hasta hermosas scooters italianas. Algunos, de hecho, pertenecen a su propia colección. Así que saque la cuenta cuánto conoce de autos este señor. Un festín para los ojos de los fanáticos. 

4. A ponerle play si quieres conocer al verdadero Jerry Seinfeld.
Seinfeld tiene 65 años ahora. Mucho se dijo que el personaje de su afamado show noventero era como realmente es el comediante en la vida real. Pero "Comedians..."  amplía la perspectiva. La obsesión de Seinfeld por la comedia y todo lo que tiene que ver con ella (especialmente por el género del stand up) es impresionante. En lo que a este se refiere es un convencido de que absolutamente todo puede dar risa. Que no debería haber restricciones en los chistes que se cuentan, en los monólogos que se dan. "Si alguien murió, a los dos minutos algo sobre eso ya es gracioso". Así, se regocija cuando el indomable Ricky Gervais, por ejemplo, así como otros tantos, le dan la razón.

Además, le gusta poner incómoda a la gente. Contrasta una respuesta, dice sin tapujos que él no está de acuerdo con algo. No trata de ser complaciente (a menos que esté conversando con un cómico que él personalmente admire mucho). En esta última temporada comenzó a 'bulear' a Seth Rogen cuando este, sentado en una cafetería, empezó a sudar de los nervios como si no hubiera mañana. Es mordaz, honesto hasta la médula, no tiene piedad. 

Y, bueno, no deja ninguna duda de que, por sobre todo, él se considera una de las últimas gotas de Coca Cola en el desierto. No la última, pero de las últimas. Presume saber cuando un material de comedia es bueno; cuando un hombre o una mujer es legítimamente gracioso (a); cuando un chiste puede ser para siempre. Y, usualmente, tiene razón.// 

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