Combinado del Pacífico
Combinado del Pacífico
Miguel Villegas

El próximo 12, en cancha neutral, y Chile dirimen. A inicios de siglo, antes de silbarnos mutuamente el Himno y pintar vestuarios para subir a Twitter, sus jugadores posaban abrazados con ramos de flores.

1. ¿Por qué es un clásico?

Es fútbol, pero mezcla sociedad, geografía, historia y, sobre todo, histeria. Aunque en el inicio, en los días previos al primer partido oficial entre Perú y Chile del 26 de enero de 1935, jugadores de ambos equipos hayan sido, si no patas, cuando menos compañeros: Juan Valdivieso, Lolo y Manguera fueron notables refuerzos del célebre Combinado del Pacífico, una selección peruano chilena que viajó en gira a Europa en el vapor Virgilio -otras versiones de la época refieren que fue en el Alkmaar- un par de años antes e impensada -por ejemplo- en tiempos de la violenta Eliminatoria para Francia 98.

Separados antes de la Guerra del Pacífico y vecinos terminada la misma herida, hubo una época en que Perú y Chile fueron un mismo equipo -los diarios de la época los llamaban All Pacific-, el Santiago Football Club era el primer equipo chileno en presentarse en Lima en 1928, muy solemnes y agradecidos rumbo al campo con banderas peruanas y flores en ramos, y los Fernández Meyzán dinastía aplaudida por el único club de ese país que luce un indio mapuche en su escudo: Colo Colo.

El periodista Eduardo Combe publicó un informe especial hace poco más de un año titulado donde explica que, en realidad, el All Pacific "era Universitario de Deportes, reforzado por varios jugadores".

 

El triunfo peruano ese 26 de enero de 1935, día del primer Perú-Chile oficial de la historia por el Sudamericano, Claudio Martínez, directivo nacional, le dijo a El Comercio: "Estoy más contento aún por la forma cordial y fraternal como se ha desarrollado este encuentro y no podìa ser de otra forma dada la serie de vinculaciones que unen a nuestros pueblos...". No intuía lo que vendría después.

2. ¿Existe algún peruano ídolo en Chile?

En Chile, a finales de los 80 llegó un delantero que hablaba con los pies: Juan José Oré, goleador con el Deportes Iquique (18). El único peruano en conseguir ese mérito. Diez años después, y con la chapa de infalible artillero del tricampeón Cristal, Flavio Maestri fue bicampeón con la Universidad de Chile. Hizo 27 goles en 91 partidos. Lo llamaban ‘El Monitor Peruano’, innecesaria ironía por el Huáscar del Perú.

3. ¿Qué pasó en el Chile-Perú para Francia 98?

Quienes lo vivieron describen un clima hostil al que solo le faltaba el olor a azufre (o a pólvora). “Era una guerra”, dijo Freddy Ternero, asistente de Oblitas en esa campaña. El ‘Ciego’ contó luego: “Un jugador chileno me contó en México que esa pifia de nuestro Himno la preparó el Ministerio del Interior”. La cara de Reynoso, de Jayo, del ‘Chorri’ en ese partido de noviembre de 1997 es de película de terror. Desde ese día se cruzaron los límites: se volvió discusión sociológica. Se pidió que Pizarro se apellide Grau, que Guerrero sea Bolognesi.

4. ¿A favor de quién están las estadísticas?

Se han jugado 79 partidos en toda competencia: 44 triunfos de Chile, 21 de Perú y 14 empates. La mayor victoria, aunque fuera un amistoso, fue aquel 6-0 de abril de 1995: tres goles de Maestri, tres de Baroni. Por Eliminatorias, el saldo tampoco nos favorece: se jugaron 19 partidos y solo 6 fueron para Perú. El Clásico del Pacífico del próximo 12 de octubre en el Hard Rock Stadium de Miami servirá, en consecuencia, no solo para ver quién puede reemplazar al castigado Paolo Guerrero o ver cómo devuelve Christian Cueva el respaldo de Gareca: también para acortar esa brecha.

5. ¿Quién es el goleador peruano de este partido?

Su vida tuvo que ver con Chile, siempre. Debutó con la selección adulta en la Copa América 1991, su primera lesión de gravedad fue precisamente en ese torneo, su primer gol en Eliminatorias fue en arco chileno (2-1 para la Eliminatoria Francia 98) y sus primeros títulos fuera del país fueron con la ‘U’ azul en Santiago (1999 y 2000). Se llama Flavio Maestri, tenía un radar en la cabeza para receptar balones y frialdad para patear al arco de la forma que sea y que pueda. Le hizo seis goles a Chile en toda su carrera, tres por Eliminatorias. Suficiente para que el autodenominado bicampeón de América aprendiera lo que exigió una noche en el vestuario visitante del Estadio Nacional: a respetar. //

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