El precio de los vinos: ¿lo más caro es siempre lo mejor?, responde la experta Cristina Vallarino
El precio de los vinos: ¿lo más caro es siempre lo mejor?, responde la experta Cristina Vallarino

Por Cristina Vallarino

Solemos llevarnos mucho por los precios, pero cuánto de cierto hay en esto. Me refiero a la calidad. ¿Lo más caro siempre es lo mejor? ¿O pagamos por etiqueta? ¿Por fama? ¿Por status? Esta es la normal percepción de muchos consumidores de vinos. No lo hagan: pasan a ser una víctima más de este sistema.

Les pongo un ejemplo, o hagan la prueba con amigos: pongan dos copas de vino y digan que una contiene un vino costoso y la otra un vino promedio, y pregunten cual creen que será mejor. La respuesta es más que obvia: ¡Dirán el costoso! ¡Está demostrado! Aunque no lo crean, el precio influye en el sabor. No es que lo diga yo, es la ciencia. Además yo misma hecho pruebas de poner vinos sencillos en botellas caras y también con los whiskys y la gente siempre ha caído en la trampa.

“Una serie de estudios de imágenes cerebrales de la Universidad de Bonn, Alemania, determinó que el cerebro humano puede 'caer en una trampa' al observar la etiqueta del precio de algún alimento. En este caso, un vino”.

El cerebro vincula el precio con una mayor expectativa de recompensa, lo cual termina alterando la percepción, en este caso, orientada al gusto.

Liane Schmidt, coautora del estudio, aseguró que “en última instancia, el sistema de recompensa y motivación nos juega un truco”. Los investigadores han denominado a este fenómeno como “efecto placebo de la comercialización” por su semejanza con el efecto placebo en la medicina.

Hay en YouTube el video de una cata extraordinaria que se hizo con los mejores vinos de Burdeos. Botellas de mas de 1,000 euros y en segundo lugar quedó una de 20 euros. Pueden verlo aquí:

Hay una anécdota sobre un vino del Ródano en Francia donde predomina mi uva favorita la Syrah. Un pequeño viticultor y productor al cual le habían puesto 100 puntos hace muchos años, cuando se usaba fax, se levantó un día y vio que todas las hojas estaban llenas de pedidos ya que ni él se había enterado de los 100 puntos. Obvio el precio voló como en la increíble cata de Burdeos. Así  que ojo dónde gastan su dinero.


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