Un ataque de ransomware obliga a las autoridades de Oakland a declarar la ciudad en estado de emergencia

La ciudad de Oakland, en California, tuvo que declararse en emergencia tras recibir un ataque de ransomware días atrás. Los ciudadanos aún no pueden utilizar todos los servicios, pues los problemas en la red generan obstáculos en las operaciones de pago.

“Una semana después de que un calamitoso ataque de ransomware azotara la ciudad de Oakland, las autoridades locales declararon el estado de emergencia. Los problemas continuos de la red de la ciudad de California continúan obstaculizando los servicios y las operaciones de la ciudad, dijeron las autoridades a principios de esta semana”, reporta Gizmodo.

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Las autoridades han indicado a los ciudadanos que el regreso a la normalidad podría demorar un poco. “La oficina del administrador de la ciudad, G. Harold Duffey, emitió un comunicado oficial el martes, en el que Duffey pidió a los residentes ‘paciencia y comprensión’ mientras el gobierno trabaja para que sus sistemas vuelvan a estar en línea”, agrega.

“La ciudad de Oakland continúa trabajando día y noche para implementar planes de recuperación que restaurarán los sistemas afectados de la manera más rápida y segura posible. Como se comunicó anteriormente, la interrupción de la red ha afectado muchos sistemas que no son de emergencia, incluida nuestra capacidad para cobrar pagos, procesar informes y emitir permisos y licencias. Como resultado, algunos de nuestros edificios están cerrados. Alentamos al público a enviar un correo electrónico a los mostradores de servicio que desean visitar antes de venir a los edificios de la ciudad”, indicó Duffey en el comunicado.

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Aún se desconoce qué grupo cibercriminal atacó a la ciudad. Además, ni las autoridades no han especificado si han pagado el rescate que se pedía. Si bien se ha informado que lo esencial sigue funcionando correctamente, solo se conoce que las computadoras de las librerías habían sido derribadas por los hackers.

Los ataques de ransomware a ciudades no son una novedad y suelen terminar con costos elevados. Baltimore sufrió uno en 2019 y tuvo que gastar aproximadamente US$20 millones para recuperarse. Sin embargo, la experiencia no evitó que las escuelas pública de la ciudad recibiera otro ataque el siguiente año.