Ante la evidencia científica que ha demostrado por años la existencia del cambio climático —y que actualmente tiene al planeta viviendo una crisis climática— han surgido voces de distintos sectores que cuestionan el consenso académico al respecto.
Durante años se les ha denominado "negacionistas" a aquellas personas que aseguran que no existe un calentamiento del planeta, sin embargo, la evidencia y la vivencia de esta década ha demostrado que las temperaturas globales sí han registrado un aumento crítico.
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Si bien el rechazo total a la idea de que el clima está cambiando en la Tierra se ha alejado de la esfera científica, sí existen "escépticos" del problema climático que cuestionan o directamente rechazan el impacto humano en el mismo.
Es en estos sectores en que se escuchan y leen argumentos sobre "procesos naturales" de la Tierra y el supuesto bajo impacto que tiene el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, acumulado por emisiones humanas, avalados en posturas de una minoría científica disidente o en muchos casos sin respaldo alguno.
En 2013, un equipo compuesto por Dana Nuccitelli, una científica del Bulletin of the Atomic Scientists -una entidad que cada año publica el "Reloj del Fin del Mundo" que establece con una metáfora en que la medianoche es la destrucción del planeta como lo conocemos y los minutos restantes para las 00:00 horas es el tiempo que nos queda aquí-, junto a investigadores de Skeptical Science -un portal dedicado a desmentir argumentos erróneos con respecto a la crisis climática- logró establecer qué tan transversal es el consenso científico frente al origen antropogénico.
En esta publicación se estableció el 97,1% de los académicos apoya esta postura, luego de analizar 12 mil trabajos entre 1991 y 2011 sobre el tema y que fueron publicados en revistas revisadas por pares. Para esto, se categorizaron las posturas de cada investigación a través de la lectura de los abstracts.
Además, los investigadores se comunicaron con los autores de los trabajos, de los cuales 1.200 respondieron. ¿La conclusión?: 97,2% de esos científicos se identifican con la línea antropogénica. Estudios posteriores han mantenido la cifra o la han ubicado en algún lugar entre 90% y 100% de los científicos climáticos entregando posturas sobre la injerencia de la humanidad en los ciclos de la Tierra.
Repasamos algunas de estas posturas escépticas, contrastándolas con el consenso al que ha llegado la comunidad científica especializada.
Postura escéptica
"En los últimos dos años, he estado observando las proporciones de C12 y C13 y los niveles de CO2 en todo el mundo, y he llegado a la conclusión de que las emisiones provocadas por el hombre solo tienen un pequeño efecto en los niveles globales de CO2. No es solo que las emisiones provocadas por el hombre no controlan el clima, ni siquiera controlan los niveles globales de CO2".
Murry Salby, ex profesor de cátedra del clima en la Universidad de Macquarie en Australia.
Consenso científico
Un artículo publicado en la revista Nature Climate Change detalló que debido a la contaminación de carbono, emitida por humanos -y que acelera el derretimiento de los hielos-, se ha comprometido un aumento del nivel del mar de 1,7 metros.
Los autores de la investigación, liderada por Peter Clark de la Universidad de Oregon, analizaron eventos pasados de cambio climático y simulaciones de modelos del futuro. Encontraron una relación directa entre la cantidad total de contaminación de carbono que emiten los humanos y hasta qué punto se elevarán los niveles globales del mar.
Por otro lado, la misma revista publicó un artículo en que se expuso evidencia de que la humanidad ha provocado el calentamiento global. El estudio alcanzó el nivel de certeza "estándar de oro" y se basó en la medición del aumento de temperatura, en los últimos 40 años, utilizando satélites.
Postura escéptica
“El vapor de agua es el gas de efecto invernadero más importante . Esto es parte de la dificultad con el público y los medios para comprender que el 95% de los gases de efecto invernadero son vapor de agua”.
“Yo creo en el calentamiento global. Lo que no creo es que el CO2 producido por los humanos esté causando ese calentamiento”, Tim Ball, profesor de geografía en la Universidad de Winnipeg.
Consenso científico
De acuerdo al Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el gas de efecto invernadero más importante en términos de contribución al calentamiento global es el vapor de agua. Sin embargo, las concentraciones de éste muestran pocos cambios y persisten en la atmósfera sólo por pocos días. En cambio, el dióxido de carbono continúa por mucho más tiempo.
De acuerdo a un estudio publicado por Brian Soden, profesor de ciencias atmosféricas de la Universidad de Miami, el aumento de CO2 produce más vapor de agua el cual es efectivamente un gas de efecto invernadero que amplifica el calentamiento.
Por lo tanto, es la respuesta positiva dominante en nuestro sistema climático y amplifica cualquier calentamiento causado por los cambios en el CO2 atmosférico. Esta retroalimentación positiva genera sensibilidad al calentamiento del CO2.
Postura escéptica
“La atmósfera contiene sólo el 0,001% de todo el carbón en la superficie de la Tierra, y cantidades mucho mayores están presentes en bajo la corteza y en el manto de la Tierra. Las adiciones humanas de CO2 a la atmósfera deben ser tomadas en perspectiva.
En los últimos 250 años, la humanidad ha agregado sólo una parte del CO2 en 10.000 a la atmósfera. Un volcán tosiendo puede hacer esto en un día”, Ian Palmer, profesor de geología de minas en la Universidad de Adelaida, Australia.
Consenso científico
“Aunque los volcanes emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero -como vapor de agua y dióxido de carbono-, las cantidades que llegan a la atmósfera de una gran erupción no cambian en gran medida las cifras globales de estos gases”.
“No obstante, ha habido periodos en la historia de la Tierra en que una intensa actividad volcánica ha significado el aumento de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera y causado el cambio climático”.
“No todas las erupciones volcánicas resultan en un impacto global. Para que esto ocurra, se necesita una erupción que sea realmente muy significativa, que no sólo lance mucho material, sino que también llegue muy alto en la estratósfera”, según el doctor Howard Diamond, líder del Programa de Ciencia Climática del Laboratorio de Recursos del Aire del NOAA.
Postura escéptica
El clima cambió antes. El clima siempre está cambiando. Hemos tenido la edad de hielo y períodos más cálidos cuando se encontraron caimanes en Spitzbergen. La era glacial ha ocurrido en un ciclo de cien mil años durante los últimos 700.000 años, y ha habido períodos anteriores que parecen haber sido más cálidos que el presente a pesar de que los niveles de CO2 son más bajos de lo que son ahora. Más recientemente, hemos tenido el período cálido medieval y la pequeña glaciación”, Richard Lindzen, ex profesor de Meteorología en el MIT.
Consenso científico
Las edades de hielo son consecuencia de variaciones orbitales que van adquiriendo formas más elípticas, o menos, según ciclos naturales, denominados ciclos de Milankovitch. Esto afecta en cómo los rayos solares llegan a la Tierra.
La directora del Centro de Ciencia del Clima de la Universidad Técnica de Texas, Katharine Hayhoe, explicó que el planeta venía enfriándose para el siguiente evento geológico, el cual correspondía a otra era de hielo. Sin embargo, eso fue hasta la revolución industrial. Desde aquel entonces, la temperatura volvió a subir producto de la acción humana.
Postura escéptica
“No exagere el vínculo entre el cambio climático y los huracanes”, Judith Curry, ex directora de la Escuela de Tierra y Ciencias Atmosféricas en el Instituto de Tecnología de Georgia.
Consenso científico En junio, la revista Nature indicó que desde mediados del siglo XX los ciclones tropicales se han hecho más propensos a “detenerse” cerca de la costa, lo que aumentaría su peligro.
Tim Hall, investigador principal del Instituto Goddard de la NASA y autor principal del estudio, manifestó que para cada caso existe una causa particular, la que se vincula con el debilitamiento de los patrones de viento a gran escala.
Esto, indicó, se cree que es provocado por una desaceleración general de la circulación atmosférica.
"Los detalles de cada caso difieren, por supuesto. Pero las probabilidades de que tales eventos ocurran están aumentando", indicó Hall.
Fuente: Emol, GDA
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