Chile instaló este martes un moderno sistema de detección y medición de tsunamis en dos regiones del norte y sur del país, con el objetivo de comprobar con mayor rapidez la formación de un maremoto tras un evento sísmico.
Este sistema de última generación está inserto en dos boyas DART 4G, una de ellas colocada a 77 millas de las costas de Mejillones, a 1.407 km al norte de Santiago, y la otra a 113 millas de Constitución (343 km al sur de la capital chilena).
"Con la instalación de estos nuevos instrumentos, lo que se busca es poder incrementar la capacidad de detección de maremotos a una distancia más cercana de los sismos que generan los tsunamis", indicó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) de Chile, a cargo de la nueva tecnología.
Los equipos, trasladados en un barco de la Marina de Chile, fueron entregados por la National Oceanic and Atmosferic Administration (NOAA), una agencia científica del Departamento de Comercio de Estados Unidos a cargo de las alertas de desastres en el mar.
Las boyas se encuentran en fase de prueba y fueron colocadas en la fosa chileno-peruana donde convergen las placas de Nazca y Sudamericana, área donde se generan eventos sísmicos de manera permanente, según el Shoa.
El nuevo equipo busca suplir el sistema DART II que actualmente se utiliza en Chile, uno de los países más sísmicos del mundo.
El miércoles pasado, un terremoto de 8,3 grados Richter provocó un tsunami que golpeó las costas del norte y centro de Chile, y que han dejado 13 muertos y más de 9.000 damnificados.
Se trató del tercer terremoto y tsunami que golpearon a Chile en los últimos cinco años, tras los sucedidos en el sur del país en 2010 -que dejaron más de 500 muertos- y en Iquique en 2014, con seis muertos.
Fuente: AFP