TOKIO (EFE). Una nueva teoría propuesta por un profesor de la universidad japonesa de Yamagata plantea que las líneas rectas que forman parte de los famosos dibujos del desierto de Nasca, en el sur de Perú, pudieron ser elaboradas para mostrar lazos existentes entre aldeas de la región.
Masato Sakai, especialista en arqueología andina, lleva casi 10 años estudiando las líneas de Nasca. Y ha estimado que las cerca de mil líneas rectas que forman estas famosas figuras reafirmaban y facilitaban lazos entre pueblos, según recoge hoy el diario Yomiuri.
Para su investigación, el especialista empleó fotografías tomadas por satélite para descubrir nuevos diseños. Además, se han analizado más de 10 mil fragmentos de cerámica encontrados en la región para tratar de determinar cuando éstas piezas, y a su vez los dibujos, fueron elaborados. De esta forma, se determinó que las líneas fueron producidas hace unos 2 mil años atrás, a partir del 400 a.C.
Las colinas que quedaban unidas por estas líneas eran utilizadas para realizar rituales en los que se rompían piezas cerámicas "probablemente como manera de reafirmar los lazos entre distintos grupos de Nasca", explicó hoy Sakai en declaraciones recogidas por Yomiuri. "La cultura Nazca carecía de escritura, por lo que pensamos que estas líneas y rituales servían para subrayar relaciones", añade.
Según Sakai, las figuras tenían una función distinta dependiendo de cuándo fueron trazados. Asimismo, probablemente fueron creadas primero en torno a las colinas rituales y sirvieron en un primer momento (durante el 200 a.C) como puntos de referencia en las rutas de peregrinación que conducían a esta suerte de templos.
Más tarde, en torno al 100 a.C, las líneas habrían sido creados en las llanuras, cerca de zonas habitadas, convirtiéndose en puntos rituales donde la gente de las sociedades agrícolas de la meseta de Nasca rezaban para lograr buenas cosechas.