El VIH no es el único retrovirus, el HTLV-1 es otro retrovirus que también causa enfermedad y muerte.
El VIH no es el único retrovirus, el HTLV-1 es otro retrovirus que también causa enfermedad y muerte.
Elmer Huerta

Se realizó en Lima la 19a Conferencia Internacional de Retrovirología Humana, la cual estuvo centrada en el virus linfotrópico de células T humanas o HTLV-1 (o ‘human T-cell leukemia virus’), causante de un raro tipo de leucemia y de contracciones musculares tan severas en los músculos de las piernas, que la persona queda impedida de caminar.

En la conferencia se recalcó que aproximadamente 20 millones de personas están infectadas en el mundo con el HTLV-1, y se observa curiosamente que la infección está más concentrada en ciertas regiones del mundo (África, América Central y del Sur, el Caribe, Asia y Australia). El Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt calcula que la infección por HTLV-1 es relativamente común en el Perú, al existir alrededor de 300.000 personas infectadas, especialmente en los Andes y comunidades amazónicas. También se reportó que el 50% de ciertas poblaciones aborígenes en Australia están infectadas con el virus.




El doctor Robert Gallo – quien asistió a la conferencia y que, además de haber descubierto el HTLV-1, es descubridor del virus de inmunodeficiencia humana (VIH)– llamó la atención de que millones de personas infectadas por el HTLV en el mundo están prácticamente abandonadas porque no existen ni interés ni fondos para investigar una enfermedad que afecta predominantemente a los pobres y vulnerables. Hoy veremos qué es el virus HTLV –cuya infección es relativamente frecuente en el Perú– y por qué es importante estar atentos a esta enfermedad.

—Virus o retrovirus—

A diferencia de las bacterias, los virus no son seres vivos y eso porque carecen de la capacidad para generar su propia energía. Para poder reproducirse (o para usar el término más correcto, para replicarse), los virus tienen que tomar por asalto el aparato reproductor de una célula normal. Por otro lado, –según el tipo de material genético que contienen–, los virus son de dos tipos, aquellos que contienen ácido desoxirribonucleico (ADN) o aquellos que contienen ácido ribonucleico (ARN).

Al estudiar la replicación viral, siempre se pensó que ese proceso seguía el orden observado en el laboratorio para la reproducción celular, es decir, que, al invadir la célula, el virus use primero su ADN o plano maestro para fabricar el ARN que se necesita para sintetizar los genes que a su vez son necesarios para producir las proteínas que necesita para replicarse.

En otras palabras, el orden es DNA, RNA, genesyproteínas. Descubierto en 1979 por el Dr. Robert Gallo, el HTLV-1 fue el primer virus que se replicaba al revés, es decir, de manera inversa. El HTLV, en vez de seguir el orden DNA, RNA, genes y proteínas, sigue la secuencia RNA, DNA, genes y proteínas. En otras palabras –gracias a una enzima llamada transcriptasa inversa–, este virus era capaz de formar ADN a partir de su propio ARN. Por eso fue llamado un retrovirus. Posteriormente, en 1983, el mismo Dr. Gallo descubrió el retrovirus más famoso, el VIH.

La importancia de saber si un virus es un retrovirus es que pueden desarrollarse medicamentos que impidan la acción de la enzima transcriptasa inversa, medicamentos llamados antirretrovirales, los que –como estamos viendo en la infección por el VIH– permiten controlar la enfermedad. De haber interés y fondos, también podrían –como se demostró en la conferencia– desarrollarse antirretrovirales para combatir el HTLV-1.

—El HTLV—

Al igual que en el VIH, que se piensa desciende de un virus simiano de inmunodeficiencia (SIV), se cree que el HTLV desciende de un virus simiano llamado STLV y que el primer paso de ese virus –y su posterior adaptación al ser humano– se produjo en el África decenas de miles de años atrás.

Al igual que el VIH, existen variedades del HTLV, las cuales se han bautizado con números. El más común –y el único que causa enfermedad en el ser humano– es el HTLV-1. El virus causa dos tipos de enfermedad, las cuales pueden coincidir en una misma persona. La primera es un raro tipo de cáncer llamado linfoma/leucemia periférica de células T, en que la célula que se vuelve cancerosa es un tipo de célula de la defensa llamado linfocito T. La segunda es la paraparesia espástica tropical, en la que los músculos de las piernas se van contrayendo con tanta fuerza (espasmo) que el paciente ya no puede caminar y queda confinado a una silla de ruedas.

Las formas de contagio son tres: de madre a hijo a través de la lactancia materna, relaciones sexuales sin protección y transfusión de sangre contaminada. Al igual que el HIV, el HTLV-1 puede causar enfermedad después de muchos años de permanecer silencioso y sin síntomas, tiempo durante el cual la persona infectada es capaz de contagiar el virus a otras personas. En el Perú, desde 1998, es obligatorio hacer la prueba de HTLV-1 en todas las bolsas de sangre antes de una transfusión.

A diferencia del virus VIH, parece que el virus HTLV está más adaptado a convivir con el ser humano. La prueba de esto es que aproximadamente el 90% de personas infectadas son portadores asintomáticos, es decir tienen el virus en la sangre (tienen anticuerpos demostrables), pero nunca han desarrollado la enfermedad.

—Corolario—

El VIH no es el único retrovirus, el HTLV-1 es otro retrovirus que también causa enfermedad y muerte. Lamentablemente, la enfermedad está muy descuidada en términos de investigación en prevención y búsqueda de tratamientos adecuados. En ese sentido, mientras que un paciente con VIH ya tiene antirretrovirales muy efectivos, un paciente con HTLV-1 –incluyendo en el Perú– está condenado a muerte. Sin duda, este es un buen ejemplo de una enfermedad completamente ignorada

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