Muchos hombres tenemos muy enraizada la idea de que “si no tengo molestias, no tengo que ir al médico”. Sin embargo, para el urólogo Jorge Saldaña Gallo, director médico de Urozen, exámenes periódicos preventivos podrían ayudar a prevenir y solucionar problemas relacionados con la próstata que se pueden complicar.
El Comercio conversó con el especialista sobre las enfermedades relacionadas con la próstata y sobre una nueva técnica que utiliza vapor de agua para los casos de hiperplasia (agrandamiento) prostática y que permite a los pacientes recuperarse con mucha facilidad.
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—Si se sospecha de algún problema con la próstata, ¿la posibilidad de cáncer es latente?
No todos los problemas con la próstata son sinónimo de cáncer. Mucha gente dice: “Mejor me opero de la próstata para prevenir cáncer” o “no toco mi próstata porque se puede convertir en cáncer”. La próstata puede tener enfermedades totalmente diferentes que no tienen relación en su origen. Es como pensar que un mioma es lo mismo que un cáncer de útero en la mujer. La inflamación o prostatitis suele aparecer por infecciones; y la hiperplasia o agrandamiento de la próstata, que se presenta según el hombre va envejeciendo. Ninguna tiene que ver con el cáncer de próstata.
—Si bien la prostatitis puede tratarse con medicamentos y modificaciones en la dieta, ¿qué alternativas hay para la hiperplasia?
Además de los tratamientos farmacológicos, están los procedimientos quirúrgicos como la cirugía abierta –que cada vez se usa menos– y técnicas menos invasivas como el láser verde o el láser holmium. Ahora estamos usando una nueva técnica que es el Rezum.
“La próstata puede tener enfermedades diferentes que no tiene relación en su origen”
—¿En qué consiste esta nueva técnica del Rezum?
Empleamos vapor de agua –su temperatura se eleva a 104 °C– que se inyecta dentro de la próstata. Esto permite reducir el tamaño de la próstata sin necesidad de retirarla. Es como si se convirtiera una uva en una pasa. Esto le garantiza al paciente no tener problemas de eyaculación.
—¿Para qué tipo de paciente está recomendada el uso de esta nueva técnica?
Se puede usar en cualquier paciente que tenga una próstata de menos de 100 gramos, que es el 90%. Cada vez se está usando en personas más jóvenes, de 40 o 45 años, por el exceso de comida chatarra. Lo importante es que permite someterse al procedimiento y al día siguiente se puede estar trabajando.
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—¿Cuánto dura el procedimiento?
Demora unos 7 minutos. Solemos usar anestesia epidural, pero también se puede hacer con anestesia general. El paciente suele estar despierto y, si gusta, viendo el procedimiento. Luego, se levanta, se viste y se va a su casa. Necesitará una sonda los primeros días, pero la mejoría se siente de inmediato.