Miembros del equipo examinan la cápsula del módulo chino Chang'e-5. (Foto: STR / AFP) / China OUT
Miembros del equipo examinan la cápsula del módulo chino Chang'e-5. (Foto: STR / AFP) / China OUT
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Redacción EC

China trajo este jueves a la Tierra muestras de la Luna, en lo que es la primera misión de este tipo en más de 40 años, una verdadera “hazaña tecnológica” en el espacio.

El módulo de regreso de la sonda espacial Chang’e-5 aterrizó “con éxito” en la región de Mongolia Interior (norte) poco después de la 01:30 hora local del jueves, informó la agencia espacial china (CNSA) en un comunicado.

Estas muestras, una vez analizadas, ayudarán a comprender mejor la historia lunar. La misión también permite perfeccionar las tecnologías necesarias para enviar astronautas chinos a la Luna, algo que Pekín se ha propuesto para 2030.

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La televisión pública CCTV difundió imágenes del módulo descendiendo desde el cielo por la noche con la ayuda de un paracaídas, antes de posarse en el suelo nevado.

Acto seguido camiones y científicos fueron a recogerlo y se plantó la bandera roja con cinco estrellas amarillas cerca del artefacto.

Con esta misión, China se convierte en el tercer país en haber traído muestras de la Luna, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970.

La imagen muestra a miembros de la misión en la zona de aterrizaje del módulo chino Chang'e-5. (Foto: STR / AFP)
La imagen muestra a miembros de la misión en la zona de aterrizaje del módulo chino Chang'e-5. (Foto: STR / AFP)
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El presidente Xi Jinping transmitió sus “cordiales felicitaciones” a los equipos encargados de la misión, según la agencia de prensa Xinhua.

“Vuestro brillante logro quedará para siempre grabado en la memoria de nuestra patria y de nuestro pueblo”, dijo.

La sonda, que comprendía al lanzamiento un orbitador, un módulo de aterrizaje, un ascendente y un retorno, fue lanzada el 24 de noviembre y su combinación de módulo de aterrizaje y ascendente aterrizó en el norte del Mons Rumker en Oceanus Procellarum, también conocido como el Océano de las Tormentas, en el lado cercano de la Luna, el 1 de diciembre. Allí recogió muestras lunares en los días siguientes tras lo cual emprendió su viaje de regreso desde la órbita lunar. Son las primeras desde las traídas en los años 70 del siglo XX por soviéticos y estadoundenses.

Además de estas muestras, los científicos chinos esperan otro paquete del viaje espacial: una variedad de semillas de plantas que pueden traer mayores cosechas. Según la Space Breeding Innovation Alliance, citada por Xinhua, su programa de reproducción espacial era parte de la carga útil.

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Una operación delicada

El último intento de traer muestras lunares lo llevó a cabo con éxito la URSS en 1976, con la misión soviética Luna 24.

Estados Unidos también había recogido rocas durante la misión tripulada Apolo 17 (1972), pero fueron recogidas directamente por los astronautas, lo que necesitaba menos manipulaciones remotas.

“Es una hazaña tecnológica” que permitirá a Pekín “confiar más en su tecnología”, declaró a la AFP Chen Lan, analista del sitio , especializado en el programa espacial chino.

“Una misión tan compleja es sin ninguna duda todavía muy difícil de alcanzar hoy en día, incluso para Estados Unidos, Rusia y las demás potencias espaciales”, señala.

Chang’e 5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, fue lanzada el 24 de noviembre desde la isla tropical de Hainan (sur de China).

Se posó en la Luna el 1 de diciembre cerca del Mons Rümker, en una zona montañosa nunca antes explorada. La misión consistía en recoger unos dos kilos de materia.

Después de recoger las muestras, el aterrizador de la sonda tuvo que ascender automáticamente a la órbita lunar, acoplarse con el orbitador y transferir la carga al módulo de regreso. Todas estas operaciones eran complejas porque se dirigían por control remoto desde la Tierra.

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“Madurez”

“Esto nunca lo había hecho hasta ahora, nadie”, subrayó Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, en Estados Unidos.

“El hecho de que todo haya transcurrido sin problemas es una señal de la madurez del programa espacial chino”, declaró a la AFP.

El subdirector de la CNSA, Wu Yanhua, dijo a los periodistas el jueves que las muestras se utilizarán principalmente para los científicos, que podrán ampliar sus conocimientos sobre los orígenes de la Luna y la actividad volcánica.

Algunas de las rocas también se exhibirán en un museo en Pekín y otra quedará almacenada en Shaoshan (centro), la ciudad natal del fundador del régimen comunista Mao Zedong, dijo Wu.

Naciones Unidas también quieren recibir algunas muestras, según el funcionario.

También dijo que estaba “abierto a una cooperación sincera y amistosa con Estados Unidos” en las rocas lunares, al tiempo que recordó que Washington prohíbe teóricamente a su agencia espacial (Nasa) colaborar con China.

China invierte miles de millones de dólares en su programa espacial, para ponerse al nivel de Europa, Rusia y Estados Unidos.

A principios de 2019 logró alunizar una sonda y un pequeño robot teledirigido en el lado oculto de la Luna, una primicia mundial.

China envió su primer astronauta al espacio en 2003.

El gigante asiático también acaba de terminar en junio la constelación de su sistema de navegación Beidou, rival del GPS estadounidense.

Este verano lanzó una sonda a Marte, donde espera sacar un pequeño robot teledirigido el próximo año. También prevé montar una gran estación espacial para 2022.

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