Los sabuesos son más rápidos, económicos y precisos que las personas que recolectan cientos de hojas para ser analizadas en laboratorio. (Foto referencial: AFP)
Los sabuesos son más rápidos, económicos y precisos que las personas que recolectan cientos de hojas para ser analizadas en laboratorio. (Foto referencial: AFP)
Redacción EC

Científicos entrenaron perros para detectar la llamada enfermedad de brote amarillo en cítricos que afecta huertos de naranjos, limones, toronjas en Florida, California y Texas. Los animales pueden descubrir el padecimiento antes de que se refleje en las hojas y las raíces de los árboles, según los investigadores.

“Esta tecnología tiene miles de años de antigüedad: el olfato canino”, dijo Timothy Gottwald, un investigador del Departamento de Agricultura y coautor del estudio. “Acabamos de adiestrar perros para cazar una nueva presa: la bacteria que causa una enfermedad muy grave en los cultivos”.

Los sabuesos son más rápidos, económicos y precisos que las personas que recolectan cientos de hojas para ser analizadas en laboratorio, según el estudio publicado en Proceedings o National Academies of Sciences. La enfermedad de brote amarillo, o huanglongbing, es causada por una bacteria propagada por un pequeño insecto que se alimenta de las hojas y tallos de árboles de cítricos. Una vez que el árbol queda infectado ya no existe cura.

La enfermedad también ha afectado huertos en América Central y del Sur, así como en Asia.

En un experimento realizado en un huerto de toronjas en Texas, los sabuesos tuvieron una precisión del 95% al momento de distinguir entre los árboles recién infectados y los especímenes saludables.

“Mientras más pronto se detecta la enfermedad, hay mayores probabilidades de frenar una epidemia” al cortar a los árboles enfermos, explicó Gottwald.

Matteo Garbelotto, quien estudia botánica en la Universidad de California, Berkeley, asegura que la nueva investigación eleva el estudio de sabuesos en hortalizas de un punto anecdótico a uno comprobado en el campo, demostrando que los perros pueden detectar una infección mucho antes que los métodos actuales. Garbelotto ha participado en investigaciones similares, pero no formó parte del nuevo estudio.

Laura Sims, científica de la Universidad de Louisiana Tech, quedó impresionada por lo riguroso de la investigación. Elogió los pasos que se tomaron para determinar si los perros detectaban la bacteria en sí o la respuesta de la planta a la infección.

Para determinarlo, los investigadores infectaron con la bacteria a una serie de plantas no relacionadas. Los perros pudieron distinguir los especímenes infectados.

AP

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