Bruno Ortiz Bisso

La es esa etapa en la vida de las mujeres en la cual dejan de tener menstruación, debido a que los ovarios ya no producen estrógeno ni progesterona. Suele presentarse desde los 45 años y sus signos más evidentes son los bochornos, el insomnio, los cambios de humor, la disminución de la libido, dolores musculares y hasta osteoporosis.

(Infografía: Jean Izquierdo)
(Infografía: Jean Izquierdo)
/ Jean Izquierdo

Sin embargo, hay otra serie de síntomas que muchas creen que son enfermedades independientes, pero están relacionadas y forman parte del síndrome genitourinario de la (SGM). El Comercio conversó con la doctora Mirian Contreras sobre cómo un adecuado tratamiento puede mejorar en muchos aspectos la calidad de vida de las mujeres.

—¿Cuáles son los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia (SGM)?

Muchas mujeres tenemos un chip equivocado en la cabeza: asumimos que los bochornos, la sequedad vaginal y otros síntomas son parte del proceso propio de la . Pero cuando aparecen infecciones urinarias, incontinencia u otros problemas genitales, por ejemplo, van al ginecólogo pensando que es una enfermedad distinta, cuando en realidad todo es parte del SGM. Este agrupa síntomas que se presentan tanto en las vías urinarias como en los genitales. Pero esto no ocurre de un día para otro, sino gradualmente. Otra cosa muy importante es recordar que la menopausia no es una enfermedad, sino un proceso natural que aparecerá en todas las mujeres. En algunos casos se manifestarán todos los síntomas, y en otros quizás menos. Todo depende de cada mujer.

—¿Este SGM es lo que antes se conocía solo como vagina seca?

Efectivamente, pero era un nombre que no es preciso porque no solo se manifiesta con la falta de lubricación. Por eso es que ahora se está hablando del concepto de salud vaginal, pues está directamente relacionado con la salud sexual. Muchas mujeres están reprimidas porque asumen equivocadamente que la sequedad vaginal y tener relaciones sexuales con dolor y sin placer es parte del proceso de la . Pero no es así. Ahora es más común que las mujeres terminen sus relaciones a los 40 o 50 años y vuelvan a formar parejas. Es ahí donde se ve la necesidad de mejorar su vida sexual. Un diagnóstico adecuado de este síndrome ayuda a ese objetivo.

—¿Y, realmente, hay un cambio tras el diagnóstico y el tratamiento adecuado?

Cuando se resuelve el problema, realmente se les cambia la vida: ya no tienen que usar protectores para los escapes de orina, han recuperado el placer con su pareja, solucionan las infecciones. Es un hecho que tomar en serio la salud vaginal es importante. Más del 90% de pacientes se benefician tras un buen diagnóstico y con el tratamiento adecuado.

—¿Pero al ser un síndrome es poco probable que solo el ginecólogo sea quien lo pueda solucionar?

Claro. Si es un tema ginecológico, yo lo soluciono. Si es un tema anatómico en la vejiga, se le deriva al urólogo. Si es un tema psicológico, se le manda con el otro especialista. Hay que trabajar de forma multidisciplinaria. Si a una mujer le aqueja alguno de los síntomas, lo mejor es que acuda al ginecólogo; pues tendrá la respuesta para cada caso. La mujer no tiene motivos por los cuales aguantar esas molestias.

—¿Y qué tipo de tratamiento es el que se imparte?

Todo depende de las necesidades de la paciente. Tenemos ahora un abanico de tratamientos disponibles. Antes cuando se llegaba a la , el médico solo recetaba óvulos de hormonas y listo. Ahora hay muchas opciones más. Hay mujeres que no pueden usar estrógenos. ¿Qué hay con las que han tenido cáncer? ¿Se tienen que aguantar las molestias y el dolor toda su vida? No. Ahora hay tratamientos muy efectivos que no son hormonales y que pueden beneficiar a la salud vaginal.

—¿En ningún caso hay tratamientos quirúrgicos?

Esa es parte de la evaluación que hace el especialista. En este caso, estamos hablando de mujeres con problemas de sequedad vaginal, pero hay otras que pueden tener vagina elongada por el parto. En esos casos, quizás se pueda optar por la cirugía como último recurso. Si tenemos una mujer de más de 40 años que ha tenido varios partos vaginales y tenga algunos malestares probablemente sea por amplitud vaginal y no sea SGM. No hay que confundir. Por eso, es importante el diagnóstico adecuado.

—Entonces, la clave es recordar que la menopausia no es una enfermedad...

Efectivamente. Además, hay que recalcar que hay solución casi al 100% de todos los síntomas relacionados, y que es importante mantener una buena salud vaginal.

La ficha

  • La doctora Contreras es egresada de la Universidad Federico Villareal. Especialidad en hospital Edgardo Rebagliati. Posgrado en Ginecología Estética y Funcional y Cirugía Genital Cosmética de la Mujer por la Universidad de Barcelona.