¿Por qué sentimos tanto dolor al golpearnos el codo?
¿Por qué sentimos tanto dolor al golpearnos el codo?

El golpearse los codos, los dedos meñiques del pie o los pequeños cortes producidos por una lámina de papel generan una sensación de malestar que en muchos casos puede ser considerada desproporcionada para quienes presencian estos accidentes cotidianos desde afuera.

Según un artículo del diario español “”, el dolor agudo que pueden llegar a sentir algunas personas en estas situaciones tendría un fundamento científico.

Desde hace mucho se cree que no todas las personas sienten el dolor de la misma forma y un estudio de la , encontró que la experiencia del dolor mostraba respuestas neurales distintas en varios individuos, corroborando en buena medida esa idea.

Sin embargo, la sensación de molestia trasciende las características neurológicas individuales en sentido estricto y también se relaciona a otros aspectos. “La localización anatómica del golpe, la zona donde se encuentran las estructuras nerviosas o la cuantía de fibras nerviosas y receptores en las diferentes partes del cuerpo”, explicó al medio español Ernesto Delgado, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital de La Milagrosa de Madrid.

Cortes en los dedos
Por ejemplo, en el caso de los cortes en los dedos con hojas de papel, se trata de lesiones bastante superficiales y de sangrado mínimo; no obstante, producen un dolor punzante que está directamente relacionado a la gran concentración de receptores nerviosos del dolor, en comparación a otras partes del cuerpo.  El borde aserrado del papel también tiene mucho que ver en las molestias.

Los codos
Otra lesión recurrente en el ámbito cotidiano es el golpe en el codo y la razón detrás del enorme malestar que produce se encuentra en el hecho de que el nervio cubital es aplastado contra el hueso. El doctor Delgado apunta que el dolor es prolongado porque “el nervio comienza en la espina dorsal y se ramifica hasta los dedos meñique y anular”.

El terrible golpe del meñique de los pies
Probablemente uno de los accidentes más dolorosos y esto se debe a que el meñique del pie tiene abundantes terminaciones nerviosas de esta zona. Los nociceptores transmiten el dolor de forma veloz al sistema nervioso central y muchos de estos se ‘activan’ al mismo tiempo cuando se produce el impacto. Este tipo de lesiones frecuentemente termina en lo que se conoce como “fracturas del sonámbulo”.

Quemaduras
Las quemaduras leves, al igual que en los casos de los dedos de los pies y manos, generan molestia por la gran presencia de terminaciones nerviosas que quedan intactas tras la lesión. Sin embargo, las quemaduras graves destruyen los receptores nerviosos, lo que se traduce en la pérdida de sensibilidad.

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