Un enfermero de un hospital de la ciudad brasileña de Natal, en Río Grande do Norte ha logrado lo que pocos: evitar a los niños una traumática experiencia cuando se trata de recibir inyecciones o la toma de muestras de sangre.
Usando como recurso la broma y los juegos, el enfermero crea un ambiente de alegría en la que un pequeño de aproximadamente dos años luce relajado y no para de reír a carcajadas durante el procedimiento. Como resultado, el pinchazo ni se siente producto del ambiente familiar y lúdico creado por el enfermero. Algo que sin duda, serviría de ejemplo en la atención de infantes y niños pequeños. El video fue colgado por el usuario Breno Matías en Youtube el 6 de junio y ya cuenta con más de 200.00 visitas