La Universidad de Stanford creó un equipo de robots diminutos que, cuando trabajan al mismo tiempo, pueden ser capaces de empujar un objetos cuyo peso es mil veces superior al propio.
Los investigadores de Stanford han trabajado durante meses en el proyecto, pero sólo en el último tiempo se concentraron en hacer que los robots trabajasen como una unidad. El trabajo en equipo, inspirado en el comportamiento de las hormigas, les permitió a los robots maximizar la fuerza que pueden ejercer.
Seis robots –cuyo peso total no supera los 100 gramos– pueden ejercer una fuerza de 200 Newton. Esto fue suficiente para que pudiesen arrastrar un vehículo de 1.800 kilos.