El reciente lanzamiento de Super Mario Run, la primera incursión (de manera oficial) del icónico personaje de Nintendo al mundo de los móviles ha ocasionado un revuelo impensado. Pero lo más interesante es que la controversia no es sobre el juego en sí mismo, sino sobre el hecho de que sea de pago o no.
Si has estado viviendo debajo de una piedra, te cuento que el pasado 15 de diciembre se lanzó el nuevo juego para móviles Super Mario Run. Así es, el popular fontanero de Nintendo por fin llegaba a los juegos móviles en un desarrollo oficial de la empresa japonesa. Todos se emocionaron cuando Tim Cook, CEO de Apple, hizo el anuncio oficial hace unos meses y luego, el propio creador del personaje, Shigeru Miyamoto, dio detalles del juego.
Como mencioné líneas arriba, hace muy poquito se lanzó el juego –primero para dispositivos iOS- y tanto los fans, como quienes no lo son, corrieron a descargar el juego. Debo confesar que –pese a que yo no soy gamer, sino que caigo en la categoría de jugador casual- fui uno de ellos.
Aquí es donde se inicia la polémica. Usando las redes sociales, muchos usuarios mostraron su malestar. ¿Porque el juego era malo? ¿Porque el precio no era el adecuado para el tipo de juego? No. Básicamente la queja era porque el juego era de pago.
Para leer más sobre este tema, sigue leyendo el más reciente post del blog Vida y Futuro.