Kate Moss se encuentra en Lima: llegó para la boda real

La supermodelo británica Kate Moss llegó a Lima para estar presente en la boda real entre la abogada peruana Alessandra de Osma y el príncipe alemán Christian de Hannover en la Basílica de San Pedro.

Durante su estadía en nuestro país, Kate también aprovechó para visitar el Museo Mario Testino (MATE) en Barranco, como se observa en una fotografía  compartida por la institución de propiedad del afamado fotógrafo peruano en Facebook.

"¡Gracias Kate por la visita de ayer y por mandarnos esta foto con tu retrato estrella! Siempre es un placer tenerte aquí", se lee en Facebook como leyenda de la imagen en la que aparece la modelo posando al lado de una fotografía que forma parte de la exposición del MATE.

En abril de 2010, Kate Moss visitó el Perú para acompañar a Mario Testino en su muestra fotográfica en el Museo de Arte de Lima (MALI).

Kate Moss y Mario Testino se conocieron hace más de 20 años. Ella tenía solo 16 años y hacía su primer desfile para John Galliano, el fotógrafo peruano era el encargado de capturar los momentos más importantes de la pasarela.

Moss estaba con el ánimo por el suelo porque solo habían dado un cambio. al verla triste, el fotógrafo peruano le dijo: “En esta vida existe el perfume y la colonia. La colonia hay que usarla cada quince minutos, pero con el perfume basta un toque para que dure por días. Tú eres perfume”. Desde ese momento su amistad fue inquebrantable.

Kate Moss se dio a conocer como supermodelo en 1992 cuando Calvin Klein la seleccionó para promocionar su línea de perfumes.

En 2012 ocupó el segundo puesto de la lista Forbes de las supermodelos más cotizadas tras haber facturado 9,2 millones de dólares, de mayo de 2011 a mayo de 2012, de clientes como Longchamp, Mango, Rimmel, Vogue Eyewear y TopShop.

​En 2007, la revista "Time" la nombró una de las 100 personas con más influencia del mundo. Poco tiempo después, se creó una estatua en tamaño natural de ella en oro de 18 quilates, valorada en 1,5 millones de libras esterlinas (2,8 millones de dólares), para una exhibición en el British Museum.