MARILIA PASTOR
Enviada especial a Colombia
Nos robó el corazón como el inocente Charlie en su aventura con Willy Wonka dentro de una fábrica de chocolates y en otras tantas cintas familiares que protagonizó; pero en el drama “Bates Motel”, Freddie Highmore deja de lado la dulce sonrisa para meterse en la mente del asesino Norman Bates, el recordado protagonista de “Psicosis”. ¿Un intento por realizar el quiebre de la niñez a la adultez? No necesariamente.
“Muchas personas hablan del paso del actor joven al actor adulto, pero con ‘Bates Motel’ es como si el proceso se realizara solo porque voy creciendo conforme pasa la serie”, comenta el londinense, en perfecto español, quien recientemente terminó sus estudios de español y árabe en la Universidad de Cambridge.
Nos encontramos con el joven actor en Bogotá, como parte de la gira promocional de la segunda temporada de la ficción que transmite Universal Channel. Con buen humor, Freddie conversó con El Comercio sobre su cercana relación con Vera Farmiga (su sobreprotectora madre en la ficción), el lado oscuro de Norman, su pasión por el fútbol (es hincha del Arsenal) y su visita a nuestro país.
La psicosis de Norman se empieza a notar más en esta entrega. ¿Fue un desafío ir dosificándolo y no mostrarlo todo?
Cuando tienes la oportunidad de interpretar a Norman Bates, quieres, de cierto modo, hacer todo de inmediato. Es decir, él se va a vestir como su madre y va a matar a la gente; pero lo que me gusta, que han hecho los guionistas, es no mostrar demasiado desde el principio. Es la precuela de “Psicosis” al ver la conversión de Norman de chico simpático a asesino en serie.
¿Trabajas tu personaje pensando en el final de “Psicosis” como la meta?
Sí creo que “Psicosis” es la meta final. No sé qué tienen planeado los guionistas o si podemos llegar hasta el final, pero no queremos zigzaguear en la historia ni extenderla demasiado.
¿Cómo defines la serie y a Norman?
La serie es una tragedia porque no queremos que Norman sea un asesino en serie. Él quiere ser bueno, no creo que la culpa sea suya.
¿Cuál ha sido la escena más difícil de grabar?
Lo que me encanta de la serie es la oportunidad de hacer tantas escenas distintas. Tal vez en la segunda temporada es la de Norman hablando como su madre. Es otro rasgo de su mente que no habíamos visto antes.
¿Qué te dice tu madre cuando ve la serie?
Bueno, mi relación con mi madre no tiene nada que ver con la de Norman y su madre [risas]. Puede ser incómodo, a veces, no solo por las escenas entre Vera y yo, sino entre las niñas a las que les gusta Norman. Es bastante raro para los padres ver a su hijo haciendo ese tipo de cosas [escenas románticas].
¿Cómo es la relación con Vera Farmiga?
Siempre me he llevado bien con Vera. Su familia vive en Vancouver [Canadá), donde graban la serie, y yo soy el padrino de su hijo [Fynn]. En el escenario ella aporta muchísimas ideas. La ficción es bastante intensa, pero al mismo tiempo tiene un humor oscuro debajo de todo.
¿Qué ves en la televisión?
La televisión es para ver fútbol. No me perdí el Mundial, lloré por Inglaterra y sigo los partidos del Arsenal.
¿Qué te pareció tu visita al Perú?
Me encantaría regresar. Me gusta Latinoamérica porque puedo hablar español. En Perú fui a Lima, al Amazonas y Cusco.
UN CHICO CON SUERTE
En setiembre, Freddie viajará nuevamente a Vancouver para grabar la tercera temporada del drama inspirado en la cinta de Alfred Hitchcock. En este momento, su cariño por el personaje no podría ser mayor. “Todos tenemos algo en común con Norman”, señala al pensar en la búsqueda de identidad del joven Bates y en su propia experiencia.
Felizmente, dice, él creció lejos de Los Ángeles y de la etiqueta inamovible de actor. El vivir en Londres le permitió combinar los trabajos en el cine con los estudios y tener una vida normal. “Siempre me ha funcionado bien tener esa distancia. No me veo solamente actuando. De haber crecido en Los Ángeles me faltaría perspectiva entre lo que es real y lo que es ficción”, apunta el inglés a quien le interesa la idea de probar suerte como guionista.
Mientras tanto, Freddie se prepara para regresar al set con una ventaja sobre el resto del elenco: es el único seguro de su permanencia en la ficción. “En una serie donde mueren muchas personas, yo estaré ahí hasta el final [risas]. Incluso algún día tendré que matar a Vera. Ella se lo buscó”, bromea el joven.